El popular boxeador regresará al ring este sábado después de casi 20 años fuera de los combates, lo hará en una pelea que acaparará los ojos de muchos fanáticos ansiosos de ver de regreso a Tyson.
''Iron'' es uno de los boxeadores históricos, una leyenda andante. Su capacidad para noquear era inigualable, pero también fue muy famoso por sus escándalos. Su consumo de cannabis y cocaína no pasó inadvertido y años después de su retirada, el norteamericano reconoció cómo pasaba los test de dopaje sin estar limpio.
Con la fama y el dinero, lamentablemente suelen llegar las adicciones, los excesos, las drogas y las aventuras sexuales eran el pan de cada día del famoso boxeador. Tuvo problemas con la marihuana y la cocaína y en el año 2000, dio positivo en la primera sustancia. El campeón de los pesos pesados más joven de la historia tuvo que pagar una multa de 200.000 dólares después de su combate ante Andrew Golota.
Pero esta situación no hizo que Tyson aprendiese la lección, sino que se volviese más hábil a la hora de esconder su consumo. Iron usaba una prótesis en forma de pene de plástico, que llamaba Wizzinator, que había llenado previamente de orina limpia para llenar los tubos que luego entregaba en las pruebas antidopaje. “A veces utilizaba la orina de mi esposa y la de mi hijo. Mi mujer me decía: ''Espero no estar embarazada...'' Y yo le respondía: ‘No volveré a utilizarte, no lo volveré a hacer’”, reveló el exmonarca en Daily Star.
A pesar de que era muy conocida la adicción que Tyson sufría, siempre conseguía pasar las pruebas. Cada vez se volvió más ingenioso a la hora de esconderla, el estadounidense dijo que nunca había utilizado las drogas para mejorar su rendimiento, solo era consumidor en su vida personal, pero, claramente, afectaba a su carrera. Hace menos de un año, en el programa Babcok, aseguró que le hubiese gustado consumir alucinógenos para competir. “Los psicodélicos son una mejora más que una pérdida de realce. Te permite entrar en ese reino de comodidad, relajación y prepararte para alcanzar tu nivel más alto. Es simplemente una sensación increíble”, declaró Tyson.
Para su combate con Jake Paul de este fin de semana, Tyson tendrá que someterse (al igual que su rival), a unos test antidoping, según las normas del Estado de Texas. Muchos han apuntado con el dedo al excampeón, ya que es reincidente, a que podría usar drogas para mejorar su rendimiento ante su oponente al que le saca unos 30 años. Si la Comisión de Texas solo realiza controles en los días previos al encuentro, los púgiles podrían haber consumido drogas previamente y no darían positivo en los testeos.
Mike ya confirmó que sigue consumiendo cannabis y hongos alucinógenos, por lo que es normal que se le mire con lupa antes de subir al ring, para no poner en peligro a Paul ni a él mismo. Además, Tyson reconoció que también tomaba Terapia de Reemplazo de Testosterona (TRT), que se usa como reemplazo para “rejuvenecer”. Algo que sigue dejando boquiabiertos a los expertos relacionados al boxeo.
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