Un colombiano de 48 años acaba de aceptar cargos por narcotráfico en Estados Unidos. Pero no se trata de un mafioso ordinario.
Agentes antimafia creen que es una de las piezas principales de un rompecabezas que autoridades de varios países están armando para saber quiénes están detrás del lucrativo negocio de los narcosubmarinos.
Su nombre es Alexánder Giraldo Santa, ingeniero de profesión, quien aparentaba ser un comerciante en Cali.
Sin embargo, la DEA tiene evidencia de que era financiado por el ‘clan del Golfo’ para potenciar la calidad y autonomía de estos aparatos.
Se cree que Giraldo Santa tuvo acceso a las matrices técnicas con las que ahora se fabrican estructuras con capacidad de transportar –sorteando corrientes oceánicas– hasta 8 toneladas de coca.
Ese tipo de diseños se usaron para ensamblar el narcosubmarino que cayó en España en noviembre pasado con 3.000 kilos de cocaína y logró atravesar el Atlántico en 20 días, con una tripulación de 4 personas.
La interdicción de este sumergible –el primero en caer en Europa en toda la historia– sacó a flote que en aguas compartidas entre las Azores y las Canarias hay una especie de ‘cementerio marino’ con al menos 14 de estos aparatos que fueron hundidos después de liberar la millonaria narcocarga.
Eso explica por qué el Departamento de Justicia y la DEA accedieron a explorar un acuerdo de colaboración con Giraldo Santa. A cambio de algunos subrogados penales, este aceptaría delatar a financiadores y enlaces en el ‘clan del Golfo’ (banda criminal dueña de la coca y el narcosubmarino que cayó en España).
También se espera que entregue pistas sobre las rutas marítimas por el Pacífico y el Atlántico, a través de las cuales sale gran parte de la droga que se producen en las más de 200.000 narcohectáreas que tapizan a Colombia.
Tras los astilleros
EL TIEMPO accedió al acuerdo de colaboración y culpabilidad que Giraldo Santa firmó el pasado 3 de marzo, documento en el que consta que acepta purgar una pena mínima de 10 años de cárcel en Estados Unidos.
“El demandado acuerda cooperar plenamente en la investigación y el enjuiciamiento de otras personas, (...) e incluir una divulgación completa de toda la información relevante”, incluidos libros de contabilidad y documentos que le fueron incautados, dice el informe avalado por la fiscal para el Distrito Medio de Florida, María Chapa López.
Esta información llevaría a la inteligencia de al menos cuatro países a los ensambladores de narcosubmarinos que están apostados en astilleros clandestinos, varios de ellos en la región Pacífica colombiana y en la frontera con Brasil, hasta donde han llegado ingenieros rusos a reforzar su fabricación.
Fachada de empresario
De hecho, en el expediente federal hay evidencia sobre cómo operaban las ‘fábricas’ de sumergibles.
Una de ellas, en zona selvática entre Turbo y Necoclí, Antioquia, tenía una nómina de 10 empleados.
La tecnología que logró desarrollar la banda del ingeniero caleño, y otras que trabajan para carteles mexicanos y de Brasil, está basada en la fibra de vidrio.
La investigación ya identificó una fábrica de ese material que estuvo activa desde 2003 hasta hace cinco años.
Giraldo Santa tenía nexos con esa fábrica y también fingía ser dueño de lavaderos de carros en su ciudad natal y en Bogotá, para blanquear el dinero que ganó como ingeniero de la mafia.
Se estableció que varios de esos locales se los endosaron cabecillas del ‘clan del Golfo’, con quienes estableció una rutina de fabricación y envío coca.
Giraldo movía los sumergibles por vía fluvial hasta zonas costeras, desde donde se disparaban los alijos hacia Centroamérica. Allí –en puntos de tránsito como Honduras–, la coca se movía a lanchas go fast que los subían hasta Estados Unidos. Una operación similar se realizaba para mover droga hacia Europa.
En los registros federales consta que tres de sus narcosubmarinos fueron interceptados cuando transportaban 22 toneladas de coca.
También, que intentó frenar su extradición argumentando que por otro sumergible que le fue interceptado, en 2007, tras zarpar de aguas de La Guajira, un juez de Santa Marta lo había condenado. Y no podría ser juzgado dos veces por los mismos hechos.
Pero el pedido de Estados Unidos se basó en tres submarinos que cayeron después.
Hace una semana el acuerdo que firmó Giraldo Santa fue aceptado, por lo que ahora aguarda la condena y los requerimientos que debe seguir para comenzar el proceso de colaboración.
Fuente: El Tiempo | Colombia
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