El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha anunciado que el Gobierno decretará mañana el estado de alarma en toda España durante los próximos 15 días para frenar la expansión del coronavirus. Con esta decisión el Ejecutivo centraliza la toma de decisiones y puede limitar los desplazamientos de los ciudadanos y adoptar medidas excepcionales como el cierre de establecimientos y empresas y la intervención del Ejército.
Según ha explicado Sánchez en una declaración institucional en La Moncloa, mañana se celebrará un Consejo de Ministros extraordinario que aprobará el estado de alarma. La medida ha sido comunicada ya al jefe del Estado, el Rey Felipe VI, y a la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, y a los líderes de las principales fuerzas políticas. El presidente ha dicho que estamos ante una "crisis extraordinaria" frente a la cual se van a "movilizar todos los recursos del Estado para proteger mejor la salud de los ciudadanos". "Recursos económicos y sanitarios, tanto públicos como privados, civiles y militares", ha concretado.
Las previsiones del Gobierno es que la semana que viene haya 10.000 afectados en España y su intención es "evitar a toda costa los contactos". "Queremos la máxima e coordinación de recursos del conjunto de la administraciones públicas". El jefe del Ejecutivo ha reconocido que "estamos sólo en la primera fase del combate contra el virus" y ha repetido que "nos esperan semanas muy duras". "Todo está dirigido a evitar una propagación demasiado rápida", que ha explicado.
Sánchez ha pedido de manera explícita a las personas mayores y con enfermedades crónicas que "se protejan al máximo y eviten a toda costa los contactos y la exposición en espacios públicos" También ha lanzado un mensaje directo a la población joven, que no sufre los estragos del virus pero que puede actuar como transmisora del virus. "Su colaboración es decisiva para cortar los contagios por eso deben limitar los contactos y mantener la distancia social".
En un tono muy sobrio, dirigiéndose a los españoles como compatriotas, ha transmitido que todos tenemos el deber de seguir "a rajatabla" las recomendaciones sanitarias y ha reiterado que desde el Gobierno de España haremos lo que haga falta, cuando haga falta y donde haga falta".
El estado de alarma faculta al Gobierno para asumir una serie de decisiones para atajar la crisis y adoptar las siguientes medidas: limitar la circulación o permanencia de personas o vehículos en horas y lugares determinados; practicar requisas temporales de todo tipo de bienes e imponer prestaciones personales obligatorias; intervenir y ocupar transitoriamente industrias, fábricas, talleres, explotaciones o locales de cualquier naturaleza, con excepción de domicilios privados; limitar o racionar el uso de servicios o el consumo de artículos de primera necesidad; e impartir las órdenes necesarias para asegurar el abastecimiento de los mercados y el funcionamiento de los servicios y de los centros de producción.
La declaración de estado de alarma requiere que tras su declaración por decreto al Consejo de Ministros, se dé cuenta al Congreso de los Diputados "reunido inmediatamente al efecto y sin cuya autorización no podrá ser prorrogado dicho plazo", según establece la Constitución. Esto obliga a la Cámara a reunirse en los próximos días. El jefe del Ejecutivo, tras hablar hoy con el Rey, la presidenta del Congreso y los principales líderes políticos, lo hará esta tarde con los presidentes autonómicos.
Muy serio, Sánchez ha defendido que el heroísmo ahora consiste en "lavarse las manos, en quedarse en casa y en protegerse a uno mismo para proteger a los demás". "La victoria depende de cada uno de nosotros". "Tardaremos semanas, va a ser muy duro, pero vamos a parar el virus, eso seguro, con unidad, responsabilidad y disciplina social".
Sólo un día después de que el Ejecutivo se limitara a aprobar algunas medidas económicas y a hacer recomendaciones a los ciudadanos y las comunidades autónomas la estrategia ha cambiado y ahora se opta por una decisión que supone un salto importante en la gestión contra la pandemia. Fuentes del Gobierno aseguran que desde ayer por la tarde se estaba debatiendo la declaración de estado de alarma, que se concretará mañana con el decreto.
El estado de alarma está recogido en el artículo 116 de la Constitución y es el más leve de los tres que se pueden aplicar en situaciones de emergencia: los siguientes son el de excepción y el de sitio. Se aplica inicialmente por un plazo de 15 días que puede ser prorrogado por el Congreso de los Diputados. Hasta ahora, sólo se había aplicado una vez en democracia, con José Luis Rodríguez Zapatero en 2010, durante la crisis de los controladores aéreos.
La medida había sido reclamada por varios gobiernos autonómicos y diversos partidos de la oposición, y es similar a la que han adoptado los gobiernos de otros países, como el de Portugal esta misma mañana. El propio presidente no lo descartó ayer en la rueda de prensa que ofreció en La Moncloa, después del Consejo de Ministros extraordinario, que aprobó un "primer paquete" de medidas sanitarias y económicas. Uno de los supuestos que recoge la ley para decretar el estado de alarma es precisamente las "crisis sanitarias, tales como epidemias y situaciones de contaminación graves".
Además, con la declaración del estado de alarma el Gobierno cuenta ya con la vía constitucional para suspender las elecciones autonómicas en el País Vasco y Galicia, previstas para el 5 de abril, tal y como estaban reclamando los dos presidentes autonómicos, Iñigo Urkullu y Alberto Núñez Feijóo.
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