Hay accidentes que no pueden pasar desapercibidos. Y ese fue el mensaje que est viernes quiso enviar Primoz Roglic, retirado de la Vuelta por la caída que sufrió el martes en la meta de Tomares, a las afueras de Sevilla, y que el ciclista esloveno no quiere que quede inmune.
El líder del Jumbo culpó desde su casa de Mónaco al corredor británico del Bahrein, Fred Wright, de haber sido el causante de su caída y quiere que se investiguen las causas para evitar una situación parecida en el futuro.
Wright, precisamente, ocupó este viernes la segunda plaza en el esprint que decidió en Talavera de la Reina la antepenúltima etapa de la Vuelta, ganada por el danés Mads Pedersen, tercer triunfo en la carrera, antes de la trascendental jornada de este sábado por la sierra de Madrid, con los ascensos a Navacerrada, por dos ocasiones, Navafría, Canencia y La Morcuera que acabará de decidir la clasificación general de la Vuelta que encabeza Remco Evenepoel con Enric Mas instalado en la segunda plaza de la tabla.
La baja de Roglic fue un mazazo para la carrera y desde el primer momento hubo muchas dudas sobre la causa que produjo su caída: ¿se debió a un resbalón? ¿la originó un error del ciclista? Ni las imágenes de televisión, ni el silencio inicial del corredor y su equipo sirvieron para resolver las dudas, hasta que Roglic decidió hablar para cargar con dureza contra Wright, un joven ciclista de solo 23 años y que está creciendo todavía como velocista.
"No estuvo bien. Esto no debería suceder y no debo dejarlo pasar en alto como si no hubiese ocurrido. No quiero que el ciclismo continúe así. ¿Cómo pudo sucederme esto? Mi conclusión es que mi accidente fue inaceptable", se quejó Roglic, que no sabe todavía si podrá volver a competir esta temporada, en la que también abandonó el Tour debido a las consecuencias de otra caída, como también le ocurrió en Francia en 2021.
Según su versión, "el accidente no fue causado por una carretera en mal estado o por falta de seguridad sino por el comportamiento de un ciclista. No tengo ojos en la espalda. De lo contrario me habría desviado. Wright vino por detrás y me quitó las manos del manillar antes de darme cuenta". Es decir, fue arrollado por su adversario, lo que puso fin a su participación en la Vuelta cuando ocupaba la segunda plaza de la general en plena ofensiva contra el jersey rojo. Roglic no había renunciado, ni mucho menos, a conseguir una cuarta victoria consecutiva en la carrera a falta de cinco etapas.
Sin imágenes claras
El Jumbo quiere que el percance de su corredor sea investigado por la Unión Ciclista Internacional (UCI), aunque el tema es complicado al no existir unas imágenes claras, ni haber sido advertido en las repeticiones de las grabaciones que analizan los jueces de la prueba, lo que sería el VAR en el ciclismo, y que queda, por lo tanto, entre lo que diga Roglic, al margen de ser una estrella de este deporte, y lo que defienda Wright, un ciclista mucho más desconocido y que todavía no cuenta con un palmarés importante por edad.
Roglic, además, se encuentra ahora con un contratiempo en su equipo que habría resuelto en el caso de ganar la Vuelta; es un tema de galones, porque hasta ahora él era el líder indiscutible de su escuadra en el Tour y el año que viene el Jumbo acudirá a la ronda francesa con Jonas Vingegaard como jefe de filas para aspirar a una segunda victoria. ¿Cuál será el papel que deberá jugar el corredor esloveno en 2023 si continúa en el Jumbo? Antes deberá resolverse la Vuelta en Navacerrada.