Esta vez, no por un resultado deportivo, sino por una denuncia pública que apunta a presuntos favores e intereses dentro del fútbol costarricense.
El encargado de lanzar las acusaciones fue Leonardo Vargas, gerente general del Club Sport Cartaginés, quien expresó su molestia por declaraciones del estratega mexicano que, según él, han perjudicado la imagen del club y a sus jugadores.
"Nos afecta directamente, porque los futbolistas al saber ese pensamiento del seleccionador nacional no ven interesante venir al Cartaginés. Hay muchos intereses de por medio, y ahí es donde los nueve equipos restantes nos vemos perjudicados”, manifestó Vargas en declaraciones recogidas a Radio Columbia .
El dirigente brumoso reaccionó luego de que Herrera señalara en una entrevista que Cartaginés es un equipo irregular, comentario que —a juicio de Vargas— ha creado una percepción injusta sobre la institución y ha influido negativamente en futuras convocatorias.
“No es correcto que un técnico nacionalice ese tipo de opiniones. Detrás de cada club hay trabajo, jugadores que buscan una oportunidad, y lo que diga el seleccionador puede marcar su futuro”, agregó el dirigente.
Sospechas y tensiones internas
Las declaraciones de Vargas levantan polvo dentro del entorno federativo, al insinuar que existen clubes con más peso e influencia en las decisiones deportivas del país. Aunque no mencionó nombres directamente, sus palabras apuntan a que los equipos más poderosos tendrían incidencia en convocatorias y decisiones técnicas.
Hasta el momento, ni la Federación Costarricense de Fútbol ni Miguel Herrera se han pronunciado oficialmente sobre estas acusaciones. El tema, sin embargo, ya genera debate entre aficionados y dirigentes, en medio de un momento clave para la “Tricolor”, que busca cerrar la primera fase de eliminatorias rumbo al Mundial 2026 con resultados positivos ante Haití y Honduras.
Contexto deportivo
La Selección Nacional viene de dos victorias consecutivas bajo el mando del Piojo, lo que ha devuelto cierta estabilidad al proyecto. Sin embargo, este nuevo episodio pone en entredicho la armonía interna y deja abierta la pregunta de si las decisiones técnicas están siendo influenciadas por factores externos.
Una polémica abierta
Mientras los jugadores se concentran en la cancha, las acusaciones de Vargas han encendido las alarmas sobre el equilibrio competitivo y la transparencia dentro del fútbol nacional.
Si bien no existen pruebas documentales sobre los “intereses” mencionados, el llamado de atención del dirigente del Cartaginés refleja un sentimiento creciente entre los clubes no tradicionales: la sensación de que las decisiones del fútbol costarricense siguen orbitando alrededor de los mismos equipos.
Por ahora, el “Piojo” se mantiene enfocado en los compromisos eliminatorios, pero la polémica promete seguir dando de qué hablar dentro y fuera del campo.


