La opinión de los médicos de la Confederación Brasileña, que confirmaron la fractura de la tercera vertebra lumbar del jugador, fue que debería estar de baja entre cuatro y seis semanas, aunque no necesitaría pasar por el quirófano.
A Neymar le visitaron en su casa de Guarujá, en el litoral de Sao Paulo, Mauricio Zenaide, médico del Santos; Rafael Martini, fisioterapeuta del club, y Nicola Cameiro, especialista en columna vertebral, que le habrían ofrecido la posibilidad de practicarle infiltraciones de analgésicos para que pudiese jugar la final.
Según Globoesporte, los médicos le comentaron que la región en la que sufrió la fractura es la menos problemática en lesiones de este tipo. Sin embargo, su asesor de imagen, Eduardo Musa, comentó: “La versión oficial es que nadie está pensando ahora en eso, sino en su recuperación”.
La intensidad del dolor puede ser determinante a la hora de dar el paso. Cuando recibió la visita de los médicos, el sábado, era fuerte. De hecho, en las primeras 48 horas es cuando el dolor se muestra de manera más aguda en este tipo de lesiones, porque es una región recubierta de músculos. Músculos, por otra parte, que facilitan los movimientos del jugador. De ahí que bastase con eliminar el dolor ya que, según este diagnóstico, la fractura vertebral no empeoraría con el esfuerzo.
Los médicos de la CBF, que le permitieron abandonar la concentración para permitir que se recuperase en su domicilio, no consideran esta posibilidad, porque creen que la lesión limita mucho sus movimientos de rotación, especialmente en los cambios de dirección, uno de los puntos desequilibrantes de Neymar.
En concreto, el médico de la selección brasileña José Luiz Runco descartó hoy cualquier posibilidad de que Neymar pueda jugar alguno de los dos partidos que le restan al equipo anfitrión en el Mundial.
En una entrevista a la televisión Globo, Runco dijo que si Neymar recibe un nuevo golpe en la espalda "podría comprometer" su carrera de futbolista y tener repercusiones en su vida.
El médico de la selección dijo que las infiltraciones son una "práctica antigua y peligrosa" para la salud del jugador, por lo que desaconsejó su uso y aseguró que podrían empeorar el estado de Neymar, que ahora es "estable".
"No tenemos que crear falsas ilusiones al aficionado brasileño", afirmó Runco, al descartar cualquier posibilidad de que Neymar vuelva a jugar en el Mundial.
Neymar tiene una fractura en la tercera vértebra lumbar a raíz de un rodillazo en la espalda propinado por el colombiano Camilo Zúñiga en el partido de cuartos de final.
