Entrevista:
Leí que decías que el Mundial era un premio a tu trayectoria. ¿De no haber logrado la clasificación, te hubieras sentido incompleto?
Siempre pienso en mejorar y en ganar. Me siento un entrenador de élite ahora. Son pocos los que llegan y, si ocurre, es porque quemaste muchas etapas formándote, superando vivencias y –como en el caso mío– dirigiendo a equipos chicos y grandes, luego a selecciones.
¿Esta es tu máxima alegría?
Alegrías tuve muchas. Ser campeón con Alianza Lima en 1997, con Cúcuta, Táchira, en Costa Rica… El Mundial es de otro calibre.
Tú clasificas con Costa Rica, Rueda con Ecuador y Suárez con Honduras, pero Colombia llega con un entrenador extranjero. ¿Qué opinas?
Es paradójico. Son circunstancias del fútbol. Hay una generación de entrenadores colombianos muy bien estructurada. Detrás de nosotros pueden venir otros. Lo de Pekerman es algo circunstancial, como sucede conmigo en Costa Rica, Reinaldo en Ecuador y Luis en Honduras.
¿Jugándose el Mundial en Brasil, crees que el título se quedará en Sudamérica?
Sí. No me cabe otra duda.
¿Qué países, en tu opinión, son favoritos?
El proceso que lleva en silencio Argentina es muy bueno; Brasil hizo sentir la mano de Scolari en la Copa Confederaciones pero no olvidemos a España, Alemania e Inglaterra.
¿Qué diferencias aprecias entre el jugador peruano y el tico?
El de Costa Rica reúne más oficio, más dedicación, es más sano. El de Perú tiene más talento, aunque el tico es más consciente de lo que tiene hoy por delante.
¿Y cómo es eso que es más sano el tico?
Por ejemplo, en Costa Rica nadie se concentra. Yo nunca concentré y gané tres títulos. No hay tanto problema disciplinario, hasta tiene una mejor asimilación táctica.
¿Por qué Costa Rica sí clasifica y Perú no a un Mundial en este nuevo siglo?
Hay muchas connotaciones que influyen: el proceso de preparación, el de evolución en uno y otro país. El jugador costarricense es mucho más evolucionado que el peruano. Considero que a la selección que tuvo Markarián le faltó sentimiento de camiseta en todos los aspectos.
Dirías una falta de compromiso del propio jugador...
Puede ser que en Perú haya fallas en la estructura y formación del real futbolista. En eso soy consciente en lo que afirmo por lo que aprecié y he seguido a la distancia. Algo hace falta.
Pero no hay que cargarle todo al jugador, ¿no?
Al jugador –no a todos, reitero– le falta un poquito de entrega, de dar más por la camiseta. Tiene que sentirla. Hacérsela sentir si es preciso. Lo otro es que el entrenador se comprometa un poco más en esa exigencia desde el punto de vista táctico y dinámico del juego que tiene tanto valor hoy. El jugador peruano convocado debe llegar más evolucionado, más hecho y desarrollado.
¿Es que el peruano no llega bien formado a la selección?
No todos, pero en general debe tener un mejor comportamiento y que se hable más de él por lo que hace en la cancha y no fuera de ella.
Citaste la exigencia del entrenador. ¿En tu opinión Markarián no fue exigente con jugadores que podrían llamarse claves?
No. De Markarián no tengo dudas. Hay hechos aislados que se salen muchas veces de las manos del manejo del técnico. Markarián es un gran profesional, con muchos valores, pero ocurren cosas que no son fáciles de dominarlas.
¿Entonces,qué comentario te merece que ni con Markarián pudimos clasificarnos?
Que a todos les falta dar un poquito más. Hay que ir a las bases sin contemplaciones a ver qué hay. Esa generación de 18 años hay que cuidarla, guiarla y trabajar mucho con ella. Allí se debe dar un gran volumen competitivo. Al fútbol peruano le hace falta eso: gran volumen de trabajo, de mayor exigencia, que es la gran evolución que tuvo y tiene el fútbol colombiano. Fíjense cuántos jóvenes campeones sudamericanos Sub 20 que jugaron el Mundial de Holanda tuvo Pekerman en estas últimas Eliminatorias: ¡Ocho!
¿Qué otras cosas juegan en contra de la selección?
El fútbol peruano necesita hacer más fuerte la competencia juvenil para sacar un jugador más hecho. Que su torneo de Primera profesional sea más amplio, de mejor y mayor calidad. Y se hace necesario que sume una gran unidad de criterios como si estuviéramos hablando de política. Los socialistas defendieron sus principios y fueron a muerte con ellos. Los capitalistas lo hicieron igual...
¿Lo mismo en el fútbol?
Por supuesto. Hay que ir a muerte con los principios de trabajo bien organizado. Viendo, siguiendo y apoyando a las canteras y para eso se necesita del apoyo de todos. Estabilidad, seriedad y equilibrio plenos.
¿Qué Eliminatoria es más difícil: la Sudamericana o la de la Concacaf?
Ambas tienen un contexto un poco diferente. La de Centroamérica es casi una guerra social y política entre países, lo que no ocurre en Sudamérica, que es más deportiva, salvo uno o dos partidos. En competitividad, Panamá evolucionó una barbaridad y hoy Jamaica tiene 10 jugadores que actúan en Inglaterra...
¿Individualmente la selección de Costa Rica tiene más potencial que Perú?
No lo sé. Es un punto que no puedo determinar. Conozco a muchos jugadores de Perú, pero no estoy muy empapado para dar una concepto tan amplio y certero, si cabe el término.
¿Costa Rica será uno más o protagonista en Brasil?
Llegará con Pinto a Brasil no a participar sino a competir. No sé qué pasará y menos si ganará, pero que me ganen será muy difícil.
¿Cuando vence tu contrato con la federación tica?
Finalizado el Mundial.
Llegaron declaraciones tuyas en que decías que al futbolista peruano le gusta mucho la noche. ¿Te reafirmas en lo dicho?
Ha cambiado, ¿no? Le gustaba hubiera sido mejor la palabra. De alguna manera ha tenido que evolucionar, pero indudablemente tengo que aceptar que el talento del futbolista peruano es impresionante.
¿Eso de que visitabas a los jugadores aliancistas de madrugada tiene que ver con la mentalidad del peruano o varía de acuerdo con el grupo humano?
Depende del grupo. No es genérico. Tengo que decirte que tuve a cinco, seis y hasta ocho jugadores en Alianza que no supe ni dónde vivían. Llegué a visitar a seis en algunas madrugadas.
¿Y estaban en sus casas?
En el 99,9% estaba ahí, descansando.
¿Cobraste todo lo que te ofreció Alianza Lima?
Nunca dejaron de pagarme. Cumplieron en todo.
Si volvieras a Lima, ¿sería para dirigir al Alianza?
[Ríe] Me encantaría. Que no les quepa la menor duda. Ojalá que la vida me brinde ese deseo. Tengo un gran cariño por Alianza Lima y por su jugador. No hay nada más lindo que ver a los peruanos y aliancistas por donde he ido. Por ejemplo, a Chévez lo hallé en Miami, lo mismo a Marco Lovera y Jerry Tamashiro en Los Ángeles. Fueron gratos reencuentros.
