Costa Rica volvió a destrozar todos los pronósticos, le ganó a Italia 1-0 en Recife y por segunda vez en su historia se clasificó para los octavos de final de una Copa del Mundo.
Bryan Ruiz, el hombre nacido hace 28 años en Alajuelita, localidad de 125.638 habitantes ubicada en la Provincia de San José de Costa Rica, se robó la atención de todo el mundo al opacar a un futbolísticamente pobre equipo italiano liderado por Andrea Pirlo, el emblema "azzurro", que a sus 35 años vive, y también sufre, lo que es su último Mundial.
Todo un país puso los ojos en Ruiz. Costa Rica llegó a Brasil con el futbolista del PSV Eindhoven de Holanda como estandarte y él no defraudó. Cumplió con creces.
Bryan Ruiz puso a su equipo, a su país, nada menos que en los octavos de final de un Mundial, algo que los ticos no conseguían desde Italia 1990, cuando hicieron su debut en este torneo.
Un 20 de junio de 1990, Costa Rica consiguió la clasificación a la siguiente fase de la cita mundialista tras imponerse 2-1 a Suecia.
Ayer, 20 de junio de 2014, el triunfo ante Italia, tetracampeón del mundo, hizo que el equipo de Jorge Luis Pinto avance de ronda eliminando además a otro campeón y siempre candidato como Inglaterra.
Dentro de un esquema en el que el arco propio está por encima del arco rival, Bryan Ruiz tuvo una desopiltante actuación y gracias a su fútbol, su carisma y su gol, el elenco centroamericano disfruta de un momento único.
La notable actuación de Ruiz contrastó con la decepción de Andrea Pirlo, el futbolista nacido el 19 de mayo de 1979 en Flero, localidad de la provincia de Brescia.
Italia no repitió la performance del sábado ante Inglaterra. Pirlo tampoco. El crack de la "azzurra" sintió el desgaste y el calor, producto de jugar a la hora 13:00 en Recife, con una temperatura que rondó los 30°.
Pero también sintió la soledad entre sus propios compañeros. El equipo de Cesare Prandelli no acompañó al distinto, al diferente. Y esta Italia, que mira más el arco contrario que el suyo, lo sintió de sobremanera.
Pirlo intentó, buscó habilitar a Mario Balotelli, desplegó su fútbol de mitad de cancha hacia adelante y hasta colaboró en la marca.
Pero pocas veces un equipo logra los resultados gracias a una individualidad y esta no fue la excepción.
Mientras Ruiz se mostraba receptivo, manejaba con mucha claridad y confianza la pelota y lanzaba a sus compañeros al ataque, Pirlo veía como se le escapaba un triunfo que puede llegar a definir el futuro de Italia.
Como si fuera poco, una patriada de Junior Díaz por la izquierda terminó con un cabezazo de Bryan Ruiz y el grito de más de 4 millones y medios de ticos que hoy viven el presente que soñaron alguna vez.
Ruiz se recibió de héroe y en Costa Rica están de fiesta. Pirlo no perdió su condición de crack, pero sí comprometió junto a su equipo la continuidad de Italia en Brasil.