Novak Djokovic, número 7 del mundo, se ha coronado campeón del ATP 500 de Astana. De esta manera, el serbio demuestra su gran momento de forma, solo truncado en este 2022 por las diferentes prohibiciones que ha sufrido por su negativa a vacunarse del Covid-19.
Sin embargo, en los pocos torneos que ha jugado, el serbio se ha proclamado generalmente campeón. Con su victoria sobre Tsitsipas por 6-3 y 6-4 en la final, el Novak logró el cuarto título de la temporada y el 90° de su carrera. Además, certifició su clasificación para las ATP Finals, que se celebrarán en Turín del 13 al 20 de noviembre.
En su camino a la victoria volvió a protagonizar un incidente polémico, recordando su episodio en el US Open de 2020, en el que fue descalificado.
Aquella vez, durante el partido por los octavos de final que sostenía con el español Pablo Carreño Busta, después de perder un punto tiró un pelotazo hacia el fondo de la cancha que, involuntariamente, impactó en una jueza de línea. Pese a que el serbio se arrepintió al instante e inmediatamente fue a asistir a la jueza, la decisión fue drástica, tal como lo avala el reglamento: fue descalificado. Sin dudas, un momento ingrato y que le traerá un amargo recuerdo a Nole.
Aunque quizá no haya servido como enseñanza, luego de lo visto este sábado durante la semifinal con Medvedev. Es que Djokovic, en un tanto en el que no iba a alcanzar un golpe de su adversario, tiró al aire la raqueta, que terminó una gradería. Lo hizo de forma alegre, como si se tratara de una exhibición, y causó una sonrisa general, aunque ciertamente la acción conllevó algún riesgo: el elemento pudo golpear a alguien. El serbio levantó los brazos, en señal de complicidad, y enseguida, la raqueta fue devuelta por un niño. No pasó nada, pero pudo haber sucedido perfectamente.
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