Rafa Nadal se ha retirado de la Laver Cup, en la que el viernes disputó junto a Roger Federer el partido de dobles, el último de la carrera del suizo, por "motivos personales", ha confirmado este sábado la organización del torneo.
"Rafael Nadal se retiró por motivos personales. Será reemplazado por Cameron Norrie", informó el certamen en sus redes sociales. El español, según apuntan algunas fuentes, volará a Mallorca para estar con su mujer, con la que espera su primer hijo.
"No estoy bien. No voy a jugar. Necesito volver a la habitación y pensarlo bien. Tengo un conflicto interno bastante importante y ahora mismo no les puedo contestar, se me hace difícil. Cuando terminen todos estos momentos de emoción volveré a mi habitación y veré qué es lo que realmente tengo que hacer", declaró de madrugada a medios españoles tras el partido junto a Federer.
Además, reconoció que ha atravesado "semanas difíciles". "Pocas horas de dormir, un poquito de estrés en general. Situaciones un poco más complicadas de lo habitual en casa. He tenido que lidiar con una presión diferente a la que estás acostumbrado en la vida profesional. Por suerte todo está bien, mucho más tranquilo, y he podido venir aquí", señaló.
Pensar en la retirada
El tema físico también le ha lastrado mentalmente en los últimos meses, en los que llegó a plantearse incluso la retirada. "Durante Roland Garros pensaba que quizás fuera mi último torneo, esta es la realidad. Desde ahí todo ha salido muy mal en cuestiones físicas, me rompí el abdominal dos veces, en Wimbledon y en Nueva York. Ha sido un cúmulo de desgracias importantes, sumados a todas estas cosas personales. Pero no estoy en ese momento ni quiero pensar en ese momento; cuando piensas en eso, hay algo que no está funcionando. A día de hoy lo que quiero es recuperar un poquito la normalidad, que el tema personal salga bien, que es la prioridad máxima", indicó.
Sin embargo, el manacorí lo dejó todo para acudir a la despedida del que ha sido el gran rival de su carrera. "Ha sido emocionante, inolvidable, triste también. Es difícil, son muchas emociones. Ha sido un día muy especial, inolvidable, pero para todos hay un comienzo y hay un final. Es la vida. Estoy muy feliz de que Roger, que ha pasado momentos complicados en estos últimos tiempos, haya podido despedirse en la pista", dijo. "Soy una persona bastante sensible. Llorar es bueno a veces, necesitas soltar estas emociones. De alguna manera, se va una parte de mi vida", confesó respecto a sus lágrimas en pista.
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"Se lo merecía"
"Estoy feliz de que haya recibido el cariño de tanta gente y que el mundo haya podido verle despedirse en pista; es algo que realmente se merecía. Se va alguien que ha sido y es un icono, de los iconos más importantes de la historia del deporte en general", añadió.
"Para mí era importante porque sabía lo importante que era para él. Tengo una relación personal bastante estrecha desde hace mucho tiempo, hablamos habitualmente. Yo no me he retirado aún, pero sé que cuando uno lleva tiempo con lesiones, que no ve el final, es frustrante. Para él han sido tiempos difíciles, con recuperaciones que llevan mucho tiempo y mucho esfuerzo mental, y al final te das cuenta de que no llegas. El hecho de que se haya podido despedir en la pista era muy importante para él y yo no podía faltar en este día. Y aquí he estado, más allá de las circunstancias personales en las que yo llegaba", relató.
El británico Cameron Norrie ocupará el lugar de Nadal en el equipo europeo en el torneo que se disputa hasta el domingo. Probablemente, Nadal no hubiese viajado a Londres si Federer no le hubiera pedido formar el dobles con él en su partido de despedida, en el que finalmente cayeron contra los estadounidenses Jack Sock y Francis Tiafoe (4-6, 7-6(2) y 11/9).
El ganador de 20 títulos de 'Grand Slam' se retiró a los 41 años tras tres operaciones de rodilla. Su lugar en el equipo de la Copa Laver lo ocupará el italiano Matteo Berrettini.