El Maratón de Nueva York 2025 volvió a demostrar por qué es la cita atlética más icónica del planeta y centenares de costarricenses que participaron , sobre todo en amateur.
Más de 50.000 corredores recorrieron los cinco distritos de la Gran Manzana —Staten Island, Brooklyn, Queens, El Bronx y Manhattan— en una jornada marcada por la emoción, los récords y las historias humanas que trascienden el deporte.
Dominio absoluto de Kenia
Los kenianos Benson Kipruto y Hellen Obiri protagonizaron una edición histórica al imponerse con autoridad en sus respectivas ramas, confirmando el dominio de Kenia en el fondo mundial.
Kipruto, de 33 años, conquistó la prueba masculina con un tiempo de 2:08:09, en uno de los finales más cerrados de la historia: apenas 0.16 segundos separaron al campeón de su compatriota Alexander Mutiso Munyao, quien cruzó la meta en 2:08:09.16 tras un duelo vibrante por las calles de Central Park. El tercer puesto fue para Albert Korir, también keniano, con 2:08:57.
En la rama femenina, Hellen Obiri rompió un récord que llevaba más de dos décadas intacto. Con una marca de 2:19:51, pulverizó el registro de la estadounidense Margaret Okayo (2:22:31 en 2003) y encabezó un podio completamente keniano junto a Sharon Lokedi (2:20:07) y Sheila Chepkirui (2:20:24).
“Correr en Nueva York es diferente. No es solo una competencia, es una conexión con el alma del atletismo”, expresó Obiri, emocionada, al cruzar la meta bajo los vítores de miles de espectadores.
Los reyes de las ruedas
En la categoría de sillas de ruedas, Marcel Hug (Suiza) volvió a demostrar por qué es llamado “el Hombre Máquina”. Ganó con 1:30:16, ampliando su dominio en las “Majors”. En mujeres, la estadounidense Susannah Scaroni se llevó la gloria con 1:42:10, en una edición donde ambos refrendaron su hegemonía.
El símbolo: Eliud Kipchoge y su último viaje
Entre los grandes protagonistas también figuró Eliud Kipchoge, la leyenda viva del maratón mundial, quien a sus 40 años decidió debutar finalmente en Nueva York —la única de las seis “World Marathon Majors” que le faltaba para completar su colección de estrellas.
Kipchoge cruzó la meta en el puesto 17, con un tiempo de 2:14:36. Aunque lejos de sus mejores registros, su presencia conmovió al público y marcó un cierre simbólico de una era dorada.
El doble campeón olímpico y plusmarquista mundial, conocido por su filosofía de serenidad y disciplina, se rezagó del grupo líder en la milla 16, pero jamás abandonó su paso ni su sonrisa. Con esta participación, completó las seis grandes maratones (Berlín, Londres, Tokio, Boston, Chicago y ahora Nueva York), obteniendo la codiciada “Six Star Medal”.
“Cada maratón es una lección. Nueva York me enseñó sobre la gente, la energía y la vida”, comentó Kipchoge al final, visiblemente emocionado. Su mensaje fue más espiritual que competitivo: la carrera no fue por tiempo, sino por legado.
Una ciudad rendida al esfuerzo humano
El ambiente fue inigualable. Cientos de miles de espectadores animaron sin cesar desde los puentes y avenidas, en una mezcla de idiomas, pancartas, música y solidaridad. La temperatura osciló entre 8 °C y 15 °C, con condiciones ideales para el rendimiento.
La organización informó que más de 200 000 personas solicitaron participar, pero solo unas 50 000 obtuvieron cupo, lo que convierte al TCS New York City Marathon en uno de los eventos más exclusivos y mediáticos del calendario atlético mundial.
El recorrido volvió a exigir estrategia más que velocidad: con sus subidas, puentes y giros técnicos, es un maratón que premia la fortaleza mental más que los ritmos de récord mundial.
