Recientemente el mundo del deporte vivió un duelo histórico en el béisbol de las Grandes Ligas.
Cada deporte tiene su poder de atracción y su toque de magia, pero hay quienes creen -sobre todo aquí entre nosotros- que ninguno como el béisbol, por ser el menos predecible de todos; porque no tiene tiempo que lo presione como lo vimos en el juego de 18 entradas y 6 horas con 39 minutos; porque ofrece mil “paradas”, no solo después de cada lanzamiento, y el público participa, cuestionando, dirigiendo, enojándose, excitándose, cerrando los ojos, cruzando los dedos, rezando, sufriendo, esperando; porque de pronto, . navegamos angustiosamente entre el silencio y la intriga del ¿qué pasará una vez que la pelota salga hacia el plato?. A mi, me gusta más el futbol, pero estoy claro de las mil variantes emotivas que proporciona el béisbol, convenciéndonos que en este deporte nada es cierto.
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La Serie Mundial del 2025, pelea por un sitio entre el “Top 5”. Ha sido la Serie de lo inesperado desde su propio inicio con los favoritos Dodgers, utilizando a su mejor brazo en ese momento, el zurdo de Blake Snell, saliendo apaleado en una derrota quiebra costillas por 11-4.
Inútil el primer jonrón de Ohtani y su sexto en la Postemporada. Un emergente, Addison Barger de Toronto, jonroneó con las bases llenas empujando a los Dodgers al caos…En el segundo Juego, Yamamoto fue un coloso recorriendo las 9 entradas, una enorme rareza en estos tiempos en que la fabrica de Robots en la Universidad de Humbolt, está pensando en dedicarse a los relevistas en béisbol. La victoria por 5-1, niveló la Serie…El Juego 3, entró al capítulo de los imposibles de olvidar. Mas allá del estallido de Ohtani con par de jonrones y par de dobles, y récord de bases por bolas intencionales, el punto de ebullición estuvo a cargo de Freddie Freeman con jonrón en la frontera de la eternidad en el inning 18, sellando victoria por 6-5 y adelantando a los Dodgers 2-1.
En la cuarta batalla, el trancazo de Guerrero contra Ohtani, aflojó los resortes del brazo derecho del japonés y mordió su confianza, pese a retirar a 7 seguidos. Ganó Toronto 6-2 con Shane Bieber, un reconstruido, dejando la Serie 2-2…El inicio del juego 5, escapó a la imaginación más fértil. Jonrones de Schneider y Guerrero contra el pitcheo de Blake Snell y derrota de Dodgers 6-1. Los 12 ponches del chavalo inexperto pero mortífero, Trey Yesavage en 7 entradas, mantuvieron asustada a la clientela que gemía su desconsuelo en Los Angeles, al quedar la Serie 3-2 del lado de los Azulejos. La misión de los Dodgers, sin otra alternativa, era ganar los dos juegos pendientes en Toronto, algo poco probable, tan difícil, como fue para Aníbal cruzar los Alpes con su ejército y los elefantes.
Con una extra de adrenalina, los Dodgers se impusieron 3-1 en un complicado Juego 6, apoyados otra vez por sólidos 6 innings de Yamamoto y tres buenos relevos, empatando por tercera vez la Serie 3-3. El drama que le hubiera gustado ver a Shakespeare, fue el del noveno inning, con una pelota bateaba por Berger con Straw volando, que parecía sacar del hoyo a Toronto, y quedó clavada debajo de la pared del left-center, limitando a los corredores a parar segunda y tercera. Eso provocó un seguro fildeo de Quique y su tiro preciso a segunda atrapando a Berger, facilitando un cero terriblemente doloroso para los Azulejos y la obligación del Juego 7…En un cierre de juego un poco surrealista, los Dodgers se coronaron saliendo de un oleaje de dificultades al triunfar 5-4 con jonrones de Muncy, el todavía no creíble de Rojas y el decisivo de Smith, en los innings 8, 9 y 11, sin repuesta de Toronto. ¿Se imaginan eso? Las cifras se movieron de 4-2 a 4-3 a 4-4 y 4-5. Wow.
Un cierre glorificante para Dodgers, desgarrador y trágico para Azulejos. Tenía razón Yogi Berra: Nunca des por terminado un juego antes que se termine. Fue una gran Serie. Mañana haré mi ranking para discutirlo con ustedes.
Nota escrita por Edgar Tijerino
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