El fenómeno japonés Shohei Ohtani, de los Los Angeles Dodgers, ha venido consolidándose como una de las leyendas vivas del béisbol moderno: bateador de poder brutal y lanzador de élite.
A continuación, repasamos qué estaba haciendo hasta ahora… y lo que hizo ayer para marcar un antes y un después.
¿Qué venía haciendo?
• En la temporada 2025 Ohtani bateó para un average de .282, consiguió 55 jonrones, impulsó 102 carreras y robó 20 bases. Su OPS superó el 1.000, lo que lo ubicó segundo en ese rubro en las Grandes Ligas.
• Además, como lanzador empezó a retomar su rol dual: registró una efectividad (ERA) de 3.29 en 13 apariciones lanzando, y acumuló 54 ponches junto a esos 53 jonrones que bateó en la temporada.
• Su bate fue imponente: tan solo un ejemplo, conectó un jonrón con velocidad de salida de 120 mph, el más duro de su carrera y el más duro para un Dodger desde que Statcast mide datos.
• También se destacó por su velocidad en el montículo: en un momento alcanzó un lanzamiento de 101.7 mph.
• Pero no todo era perfecto: algunos equipos lo lograban neutralizar, por ejemplo, los New York Mets lo tenían bateando alrededor de .208 debido a su forma de atacarlo.
Así que Ohtani llegaba con estadísticas de élite, legitimando su estatus como candidato al MVP nuevamente, y con el reto de mantener su capacidad como jugador de dos vías (bateo + lanzamiento).
¿Qué hizo ayer que lo hace histórico?
En el cuarto juego de la Serie de Campeonato de la Liga Nacional (NLCS) frente a los Milwaukee Brewers, Ohtani protagonizó una actuación legendaria:
• Como lanzador: abrió el juego y lanzó seis entradas completas, permitió solamente dos hits, ninguna carrera, dejándose llevar por 10 ponches.
• Como bateador: conectó tres jonrones en el mismo juego — uno en la primera entrada, otro en la cuarta, y el tercero en la séptima.
• Uno de esos jonrones fue un “leadoff” (primera entrada) como abridor-pitchero, lo que según los registros de las Grandes Ligas nunca había ocurrido antes: un pitcher que abre el juego y conecta jonrón de primera entrada en Playoffs.
• Gracias a esa combinación —dominar con el brazo y con el bate en un momento decisivo— fue nombrado Jugador Más Valioso (MVP) de la NLCS.
• El resultado: los Dodgers vencieron 5-1, completaron la barrida (sweep) de la serie, y avanzaron a la Serie Mundial.
En resumen: Ohtani hizo algo que no solo fue excelente para el equipo, sino que marcó la historia del béisbol, gracias a su rol dual. Muchos medios lo han calificado como “posiblemente la mejor actuación individual en Playoffs” en la historia del deporte.
¿Por qué es tan importante?
• La capacidad de sobresalir tanto al bate como en el montículo lo distingue: pocos jugadores en la historia han tenido éxito significativo en ambas facetas.
• Hacerlo en un juego de eliminación, cuando el equipo lo necesita al máximo, eleva aún más su valor.
• Fue una inspiración para el equipo y para los fanáticos: demostró que la versatilidad no sólo es posible, sino devastadora cuando se ejecuta al más alto nivel.
• Este tipo de actuaciones elevan su legado: ya no solo un superestrella, sino auténtico icono del deporte.
Algunos datos curiosos
• A pesar de estar en la élite del bateo, aún hay equipos que han encontrado estrategias para neutralizarlo, lo que demuestra que no es “invencible”, pero sí muy difícil de detener.
• Alcanzó velocidades de lanzamiento históricas (más de 100 mph) para un bateador-lanzador.
• Su capacidad de batear jonrones con velocidades de salida extremadamente altas lo coloca entre los más poderosos del béisbol actual.