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PSG logra reponerse de un error de Donnarumma y le gana el clásico al Marsella (2-1)

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Navas se queda en el banquillo del PSG ante el Marsella tras recuperarse de una lesión

El París Saint Germain consiguió la sentencia de la Ligue 1 al ganar de local 2-1 a un Olympique de Marsella que no se rindió, en un 'Clásico' en el que se volvieron a vivir momentos calientes. El portero italiano, Gianluigi Donnarumma, falló en el gol del conjunto visitantes. Keylor Navas se quedó en la banca. 

Los dos equipos se batieron en un duelo vistoso, con piques por parte de uno y otro equipo y que terminó de sentenciar la Liga a favor de los parisinos.

Ya es una cuestión de tiempo que el PSG cante su décimo título. La victoria en el 'Clásico' ante el Olympique de Marsella le deja a solo un partido de poder conseguir otro cetro.

En un ambiente enrarecido, en el que solo se pitaba al Olympique de Marsella pero no se aplaudía al PSG, los tres de arriba -Mbappé, Messi y Neymar- trataron de combinar en busca de los huecos.

 

Fue Verratti, el ancla en el centro del campo y quizás el jugador más importante junto a Mbappé, el que encontró el pase por alto a Neymar, que ante la mala salida de Pau López metió la puntera arriba para marcar.

Pero el PSG volvió a mostrar los fantasmas del pasado. Los errores que le condenaron en Madrid y que le eliminaron de la Champions. Y sí, otra vez fue Donnarumma el protagonista.

El portero italiano, cuestionado por sus actuaciones en el Parque de los Príncipes, salió mal en un córner, dejó el balón muerto en el área chica y Caleta Car, sin romper el papel de regalo, puso el 1-1.

Ahí comenzaron los piques. Especialmente significativo fue el que hubo entre Neymar, muy caliente durante todo el partido, y Guendouzi, un pulpo que robó todos los balones habido y por haber.

Justo antes del descanso, y en un penalti que tuvo que ser revisado por el VAR, Mbappé marcó desde los once metros el tanto que daría finalmente los tres puntos.

Reaccionó tras el paso por los vestuarios, pero fue incapaz de batir a un dubitativo Donnarumma, temblando cada vez que tenía que recibir el balón.

Ni siquiera un nuevo pique entre Guendouzi y Neymar, que pudo ser expulsado por las protestas, fue suficiente para cambiar el sino del partido. El PSG ganó y terminó de sentenciar el partido.

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