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“Aquí ganarle al América es como para los ticos ganarle a la selección de México”, afirmó sin tapujos Jafet Soto a la prensa deportiva costarricense cuando empezaba a abrirse camino en la primera división azteca. Y no exageraba el oriundo de San Vicente de Moravia, en aquel entonces volante ofensivo izquierdo del Club Atlético Morelia, pues ‘Las Águilas’ eran el equipo con la infraestructura más fuerte del Distrito Federal, por lo tanto, el cuadro mimado de la afición en México.

Para los ticos que hoy superan los cuarenta años de edad, es decir, la generación que veía fútbol poco antes de la aparición del internet, era recurrente notar las referencias al conjunto americanista en la televisión mexicana -retransmitida en nuestro país-. Programas como los de ‘Chespirito’, Eugenio Derbez, ‘Chabelo’, La Cuchufleta... en fin, mucho de lo que proyectaba Televisa en los años 80 y 90 hacía alusión al club de uniforme amarillo, en contraposición a la década de 1940, cuando había sido el Atlante el elenco favorito del cine azteca… Y Jafet muy pronto lo constató; de hecho, su debut en la máxima categoría mexicana fue justamente frente al América en el Estadio Azteca, en setiembre de 1995.

El habilidoso exfutbolista del CS Herediano ascendía rápidamente en su carrera, pues con solo 19 años de edad ya era tomado en cuenta por ‘la Sele’, y había destacado con selecciones menores en el mundial juvenil Qatar 95 y en los Panamericanos Mar del Plata del mismo año. Tras desestimar una opción en el Estoril de Portugal, la dirigencia florense había colocado a su joven futbolista en el Morelia, un modesto cuadro más acostumbrado a pelear por eludir el descenso que a figurar en lo alto de la tabla.

Así, llegaría el Torneo de Clausura de 1997, el tercero personal del tico en México. Debido a que en ese tiempo el descenso de categoría se decidía promediando el porcentaje de rendimiento de cada equipo en los últimos tres torneos, ‘los Canarios’ morelianos iniciaron actividades con números rojos, pues las malas campañas anteriores condenaban al equipo aun antes de iniciar la competición. En síntesis: el Morelia debía tratar de puntuar, porque si no, la siguiente temporada la jugaría en segunda división.

Tras un inicio poco alentador en el que el conjunto de Soto consiguió su primer triunfo hasta en la fecha 7 (1-0 vs Cruz Azul), el resto de la fase de clasificación sería sorprendente, pues solo caería una vez en diez presentaciones; Morelia cosecharía cinco victorias y cuatro empates, lo que le daría el boleto a un playoff frente a Tecos, al que superaría con un marcador global de 4-2. 

Entonces la siguiente etapa correspondería a los cuartos de final, donde el valeroso cuadro moreliano se las vería con el poderoso América que contaba con los seleccionados aztecas Cuauhtémoc Blanco, Luis García, German Villa, Raúl Rodrigo Lara y Raúl Gutiérrez, así como el argentino Leo Rodríguez, el rumano Ilie Dumitrescu y el zambiano Kalusha Bwalya. En el plantel de Jafet los dos futbolistas de mayor experiencia eran el chileno Marco Antonio ‘el Fantasma’ Figueroa (actual timonel de la selección nicaragüense) y Javier Hernández Gutiérrez, mundialista en México 86 y padre del ‘Chicharito’ Hernández, quien en ese momento tenía ocho años.

La ida, escenificada en el Estadio Morelos, se resolvió con gane de los locales por la mínima diferencia, gracias a un tanto señalado al 87’ por Mario ‘el Mudo’ Juárez; Soto actuó durante los últimos 28 minutos. Tomás Boy, estratega del tico, se había impuesto a su colega americanista, el argentino Jorge ‘Indio’ Solari, pero media nación mexicana -la prensa incluida- firmaba una fácil remontada tres días después en ‘el Coloso de Santa Úrsula’...

El sábado 17 de mayo de 1997, el recinto en el que en su momento se habían consagrado Pelé y Maradona, albergó la vuelta entre americanistas y morelianos. No se habían terminado de sentar todos los 80 mil espectadores en las gradas cuando Claudinho, brasileño de ‘los Canarios’, sorprendió con un gol al minuto 3. 15 minutos después llegó el empate de penal a cargo de Luis García, exdelantero del Atlético de Madrid. Con 72 minutos por delante, y el peso extra que significa actuar como visitante en el Azteca, parecía una muy ardua labor para el Morelia su intención de sostener el parcial 1-1 (global 2-1 a su favor). Para peor de males, en aquel tiempo funcionaba la llamada ‘ventaja deportiva’, que en ese duelo beneficiaba al América, pues en caso de que este club anotara un tanto más, el eventual global 2-2 le concedería la clasificación en detrimento de la escuadra de Jafet Soto, quien impaciente en el banquillo aguardaba su oportunidad para actuar…

Contra todos los pronósticos, el juego continuaba igualado a uno al minuto 60, cuando Tomás Boy hizo ingresar al costarricense. Su misión era llevar peligro por la banda izquierda, aprovechando especialmente los espacios que dejaba en la zaga un América volcado al ataque; en este punto valga reiterar que era tan solo una anotación lo que necesitaba “el mimado de México” para rescatar la serie y meterse en semifinales…

En el fútbol hay que saber aprovechar… Y justo eso hizo Jafet ocho minutos después de su ingreso al campo, pues tomó un balón desde el mediocampo, y avanzó y avanzó… Lo seguían muy de cerca José Luis Salgado, Isaac Terrazas y Bwalya, pero ninguno pudo despojarlo del esférico. Soto ingresó por un costado del área, y ante la salida del guardameta Hugo Pineda logró meter un puntazo que envió suavemente el balón al fondo del marco del América. ¡Golazo de un costarricense en el Estadio Azteca! Gol que fue sentido como una daga para ‘las Águilas’, pues el global ahora era 3-1 a favor del Morelia.

Un gol de Juárez al 75 terminaría de sepultar a los americanistas, que ya no lograrían reaccionar y el marcador no se movería más. ‘Los Canarios’ del Morelia habían conseguido el bombazo del torneo, pues de iniciar el certamen con el fantasma del descenso en sus espaldas, terminaron siendo protagonistas y se convirtieron en la revelación del fútbol mexicano. Avanzaron a semis, donde también le darían batalla a otro peso pesado como lo es el Guadalajara. ‘Las Chivas’ finalmente dejarían en el camino al Morelia de Jafet, pero no lo superarían en el marcador, pues sería la mencionada ‘ventaja deportiva’ la que inclinaría la balanza luego de un global 1-1.

Aquella gesta del Morelia sería reconocida por todos en México, donde supieron valorar lo que hizo un modesto plantel que sin el poder económico ni la consecuente infraestructura puso contra las cuerdas a los dos clubes más grandes de ese país, e incluso se dio el lujo de eliminar al América. Jafet Soto, hoy mandamás en el CS Herediano, recordará siempre aquella enorme participación moreliana, así como su gol en el Azteca que, efectivamente, fue como anotarle a la selección mexicana. ¡Pura vida!

* El autor es historiador de fútbol costarricense y responsable de la página de Facebook Gol de Camerino; pronto estará publicando el libro Nuestros primeros legionarios. Futbolistas ticos en el mundo 1875-1

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