Fundó una empresa de Mudanzas que actualmente su familia administra en suelo azteca
El delantero costarricense, Edwin Cubero Rivera, llegó al futbol mexicano y fue un gran referente del Atlas marcando el gol que colocó en las vitrinas, el histórico título de liga de 1951.
Con la escuadra de Atlas, según datos del periodista e historiador Rodrigo Calvo, el artillero tico convirtió 88 goles (81 de liga, cinco del Torneo de Copa y dos de la Copa de Campeón de Campeones).
Si bien el punto más alto de Cubero en el Atlismo fue aquel penal que terminó por ser definitivo, los triunfos en la complicada cancha de la vida fueron marcando el camino para él y su familia, quienes hoy ven materializado el trabajo de su padre, su abuelo y bisabuelo.
Al finalizar su camino en el fútbol, plenamente adoptado por la ciudad y la cultura Tapatía, Edwin decidió comenzar su propio negocio. Así, desde cero, siendo él mismo quien hacía labores de administrador, ventas, operación, carga y descarga, fue como nació Mudanzas Cubero, empresa hoy operada por su familia. El acercamiento hacia este negocio fue natural, ya que en Costa Rica, sus hermanos manejaban camiones y eran dueños de grúas.
“Era un hombre adelantado a su época, sumamente libre, sin ataduras, y eso nos lo transmitía a nosotros. A mi jamás me dijo que no podía o debía hacer algo” así se expresó de él Luz María Cubero, quien trabaja en la organización desde hace 22 años, y es la hija menor de los 13 que tuvo el Sr. Cubero.
La empresa de transportes celebró el pasado mes de abril su 65 aniversario bajo los valores inculcados por su fundador, una persona generosa, sencilla, a la cual incluso parecía incomodarle hablar de lo reconocido e idolatrado que era.
“Creo que cada quien ha aportado algo en todos los sentidos al negocio, Mudanzas Cubero es un legado que él dejó, y un Cubero siempre va a poder tener así, a través de la empresa a su abuelo. A mí me gusta lo que hago y desde chicos lo vivimos”, nos dijo Rodrigo, también hijo de la leyenda del Atlas.
La empresa familiar, y totalmente tapatía, se ha hecho de un nombre en Jalisco y en el occidente del país, trascendiendo y dejando huella, tal como lo hace Edwin Cubero hoy en día en su familia y lo hizo para el mundo del fútbol.
“Todos los niños chiquitos de la familia lo conocen. Las nuevas generaciones que crecieron sin él perfectamente saben quién es su abuelito “Billo”, él está tan presente, aunque ya tiene 18 años que falleció. Los nietos hoy saben quién es su abuelito, existe y es parte de su vida aunque no está físicamente” expresaba Luz.
Cubero le tuvo mucho cariño a la institución, a la camiseta, mismo que permeó en la familia que hoy pregona el amor por ser Rojinegro.
“Él no era una persona eufórica, pero lo veías hacer cada coraje y celebrar con mucha pasión, con una cara de satisfacción cuando ganaba el Atlas. Una vez le preguntaron que porque no había sido entrenador, y él no era para eso, él te decía una vez como hacerlo y a la segunda era responsabilidad tuya. Siempre estuvo muy cercano a los colores, a su equipo y al juego” aseguró Rodrigo.
Datos de Cubero brindados por el periodista e historiador Rodrigo Calvo
Cubero nació el 11 de febrero de 1924 en San Antonio de Belén, Heredia. Sus inicios en el fútbol se dieron en las ligas menores del Club Sport Cartaginés y cuando tenía 19 años, en 1943, debutó en la Primera División del Club Sport Herediano, donde jugó cinco campeonatos hasta 1947. Al siguiente torneo, en 1948, militó por poco tiempo con el Club Sport La Libertad.
A Guadalajara llegó ese mismo año luego de que fue observado por Onorato Etiene, hermano de uno de los directivos del Atlas. En el Estadio Nacional, de La Sabana, vio un encuentro y ahí lo descubrió. Era apenas el tercer juego que hacía con el primer equipo liberto. Habló con él y aceptó el ofrecimiento para viajar a México.
Ya en el Atlas de Guadalajara, el técnico argentino Eduardo Valdatti le sugirió ser extremo izquierdo y, a partir de entonces, se situó como una de las máximas glorias del popular cuadro de Guadalajara.
El 22 de Abril de 1951 entró con en la historia del club rojinegro, al ganar el título de Liga de México con 30 puntos, luego de vencer 1-0 a su archirrival, las Chivas del Guadalajara.
El gol fue de penal al minuto 55, que cobró con un zurdazo al ángulo izquierdo y que engañó al portero Jaime Gómez, en su tanto número 11 del torneo. Sucedió en el Estadio Parque Oro, que estaba abarrotado con 15.305 aficionados.
Entre sus mejores recuerdos en México estuvo su participación en un torneo cuadrangular en Estados Unidos, donde le anotó tres goles al Boca Juniors de Argentina (Atlas ganó 3-2). En otros amistosos allí convirtió cuatro tantos al Manchester United de Inglaterra (Atlas empató 6-6) y dos al River Plate argentino (Atlas igualó 3-3).
En 1954, el Atlas prescindió de sus extranjeros y, de esta forma, fue transferido por un corto período al Puebla. El hecho lo molestó mucho, ya que un año antes se le había negado una venta al Manchester United inglés; por lo que en 1955 decidió abandonar el fútbol para siempre.
Siendo un ídolo del balompié tapatío, se estableció para siempre en Guadalajara. Y allí fundó una empresa familiar, que se llamó primero Mudanzas Cubero y hoy es Cubero de México S. A de C. V., una de las firmas de mudanzas más prósperas y reconocidas en México.
Tras una larga enfermedad, Edwin Cubero falleció de insuficiencia renal a los 76 años, el 8 de marzo del 2000 en Guadalajara, México.
Fuente: Buzón de Rodrigo - Sitio web Atlas