El regreso de Keylor Navas a la titularidad con el Real Madrid sigue generando reacciones en la prensa española. En esta ocasión fue el diario ABC, que enmarca la vuelta del tico como un premio a su arduo trabajo en silencio.
El rotativo expone cómo Solari no tuvo tacto con el costarricense, al que reveló completamente al banquillo sin ningún motivo deportivo.
El artículo titulado "La verdad de Keylor Navas":
22.20 horas del pasado sábado. El día del reestreno de Zidane llega a su fin y el capitán, Sergio Ramos, lanza un mensaje a través de sus redes sociales: «Lucharemos hasta el final por este escudo, por esta camiseta, por esta afición. Hala Madrid», escribía el sevillano junto a una foto en la que aparece chocando la mano de Keylor Navas nada más acabar el partido ante el Celta.
La imagen del capitán del Real Madrid no era al azar. El portero costarricense es uno de sus mejores amigos de un vestuario que lo adora: «Me alegro mucho. Te lo mereces. Todos estamos muy contentos», le dijo Ramos a Keylor después de su vuelta a la titularidad. Han sido cinco meses muy duros para Navas, ninguneado por Solari sin justificación ninguna. El regreso de Zidane le ha cambiado la vida a Keylor, destinado a plantearse su salida del Madrid si el argentino hubiera continuado en el banquillo blanco.
Keylor no ha dado un solo problema desde su llegada al club de Concha Espina, en el mercado estival de 2014. En cinco temporadas, su profesionalidad ha sido intachable. Incluso cuando el club le quiso intercambiar por De Gea en el verano de 2015 y estuvo a horas de subirse a un avión con destino a Manchester. Ni siquiera en ese momento alzó la voz. No es su estilo ni nunca lo será. A Keylor le gusta hablar en Valdebebas, aunque Solari intentara ponerle la zancadilla: «Quien dijo que entrenaba mal debe ir a confesarse», dijo Navas el sábado tras la victoria del Madrid contra el Celta. Él no mencionó directamente al argentino, pero según pudo saber ABC, se refería a Solari.
El ya exentrenador del Real Madrid no se portó bien con Keylor. Dejarle fuera de la Champions, competición que había comenzado de titular con Lopetegui, no fue una decisión deportiva, sino institucional. Negarle el último partido de la fase de grupos, con el Madrid ya clasificado para octavos y como primero de grupo, un acto poco elegante: «No estás entrenando como esperaba», le argumentó Solari, que tampoco le dio opción ninguna en el Mundial de Clubes, a pesar de que allí había llegado el Madrid gracias a la conquista de su tercera Champions consecutiva, todas ellas con Navas como titular.
Este escenario chocaba de bruces con la primera conversación que mantuvieron, allá por el mes de noviembre. Keylor acaba de renovar su contrato hasta 2021, como desveló este periódico, y Solari le comunicó que no bajara los brazos porque a pesar de elegirle solo para la Copa, contaría con él para partidos sueltos de Liga o Champions. Pero nunca fue así y a pesar de ello Navas no bajó los brazos y se tomó el torneo del K.O. como un reto para hacerle cambiar de parecer a su entrenador. Ahí es cuando se encontró al Solari más esquivo: «Hagas lo que hagas, yo ya he elegido a mi portero», le comunicó en una charla privada.
Solari, sin tacto
La inexistente mano izquierda del argentino y su portazo a Navas hicieron que el costarricense se replanteara, por primera vez, y de manera muy seria, su futuro en el Madrid. Era y es muy feliz en la capital de España, donde su familia se siente muy integrada y donde ha nacido hace poco más de un mes su tercer hijo, pero a pesar de esta vida feliz en Madrid y de extender su contrato y mejorar su ficha de cuatro a cinco millones de euros, se había topado con un entrenador sin tacto en lo humano ni justicia en lo deportivo. Justo todo lo contrario a Zidane. Con el regreso del francés, el cielo plomizo ha mutado a azul: «Zidane es un entrenador transparente, un gran ser humano».
Con este giro inesperado del guión, y tras la titularidad del sábado, Keylor comienza de cero y convencido de su futuro. No piensa moverse del Madrid, a no ser que Zidane le diga a la cara que no cuenta con él, y eso no va a pasar. Quiere hacer la mejor pretemporada su vida y hacerse con el puesto de titular que este curso se le negó, y no de muy buenas maneras. Keylor nunca se dejó llevar en los entrenamientos, ni fue por las espaldas malmetiendo, ni tampoco puso una sola mala cara. Siempre fue de frente, con la verdad por delante y con el objetivo de tener una pelea de igual a igual con Courtois. Solari no lo quiso así, pero quien manda ahora es Zidane. Pura vida nueva para Keylor.