El equipo del Inter se encuentra a un paso del título de la Serie A, una consagración que sabe más luego de una década en la que Juventus fue la que mandó en el torneo italiano. Este sábado, el club milanista derrotó 2-0 a Crotone, en condición de visitante, y en caso de que Atalanta no derrote a Sassuolo, el domingo, gritará campeón por primera vez luego de 10 años.
Conte, que siempre tiene una movida de más, envió a la cancha a Christian Eriksen, y el danés, en la primera pelota que tocó la mandó al fondo para el primer tanto del encuentro. Después vino Romelu Lukaku, que hizo las veces de asistido, para concluir una jugada que él mismo inició y poner el 2-0, lo que era el festejo 25 para el belga.
Sin embargo, el VAR anuló todo por una posición adelantada antes de que Lukaku la mandara al fondo de la red. Claro, no todo iba a terminar ahí. En el epílogo, con el local entregado, Achraf Hakimi definió entre las piernas de rival para -ahora sí- el 2-0 final.
Triunfo importante que le permite a Inter llegar a 82 puntos a falta de cuatro fechas por disputarse, en otras palabras, que le da un porcentaje enorme para festejar bien sea en cuestión de horas o de días.
Si por un lado hubo alegría por un paso más, por estar a nada de ser campeones, del otro tristeza total: Crotone necesita ganar para soñar con quedarse en la Serie A y ahora, pase lo que pase, jugará la próxima temporada en la segunda división.
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