Si un grupo de aficionados al fútbol discutieran entre si sobre quien es el jugador más rico del mundo, muy probablemente el debate estaría entre Messi, Cristiano Ronaldo, Neymar o Mbappé. Pero no, se trata de un jugador casi desconocido que ni siquiera ha vestido la camiseta de algún gran club. Su nombre es Faiq Bolkiah.
Faiq Bolkiah es uno de los herederos de una fortuna de más de 200.000 millones de dólares como hijo del sultán de Brunei, pero su único interés era el fútbol, jugó en las academias de Chelsea y Leicester, de Inglaterra.
Bolkiah nació en Los Ángeles, California, el 9 de mayo de 1998, y fue educado en Inglaterra, donde se enamoró del fútbol, cuenta Daily Star.
Su padre, el príncipe Jefri, considerado un "playboy", llegó a gastar cerca de 20 millones de dólares para contratar a Michael Jackson para que actuara en fiestas privadas, como en su cumpleaños de 50.
Faiq es uno los 17 hermanos y uno de los herederos de los más de 200 mil millones de dólares, fortuna del Sultán de Brunei.
Sin que su carrera haya despegado, esas cifras lo ubican como el futbolista más rico del mundo. Su aventura en el fútbol europeo comenzó en 2009, en las inferiores del Southampton, para luego pasar por el Chelsea y Leicester, sin aún haber debutado en la primera división.
El ex compañero de equipo en Chelsea, Ruben Sammut, explicó cómo, a pesar de su linaje, siempre se mantuvo humilde. "Nunca hubieras pensado que era algo así como el duodécimo en la línea de sucesión al trono", le dijo a The Athletic.
"Solíamos bromear sobre que no necesitaba jugar al fútbol, pero quería jugar porque amaba el fútbol".
Tras cuatro años defendiendo la elástica de los ‘foxes’, el club inglés decidió no renovar su contrato. Al quedar libre del Leicester, prueba suerte en Maritimo de Portugal.
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