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Brasil se impone con solvencia 1-5 en casa de Corea del Sur

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La Selección de Brasil derrotó este jueves a Corea del Sur 1-5 en un encuentro amistoso de preparación para el Mundial de Qatar disputado en Seúl. 

Los de Tite se antojaron muy superiores, aunque tuvieron que trabajar para conseguirlo. Los locales vendieron cara su piel -sí, aunque les arrollaran- y trataron de tutear en todo momento a su rival. Si bien había muchos tramos en los que no lo conseguían, no faltaron ni a la cita de la valentía ni a la del descaro. Incluso pudo verse a Moon-Hwan, uno de los revulsivos, tirándole un túnel a Dani Alves.

Esta valentía fue ideal para que los brasileños también se desfondaran en defensa y trabajaran más conceptos, no solo los ofensivos. Su única gran tara, la que desencadenó un gol de Hwang Ui-Jo al poco de cumplirse la primera media hora. Controló bien un balón filtrado por Hee-Chan, lo hizo pasar por detrás de Thiago Silva y, a la media vuelta, engatilló rápido al palo largo de Weverton.

El cancerbero también tuvo que aparecer en otras ocasiones fruto de esa insistencia de Corea del Sur en no perderle la cara al encuentro y estuvo correcto. Reaccionó a balones colgados, intentonas lejanas y tiros desde dentro del área que le obligaban a ir sacando las manos ante una ofensiva liderada por el 'crack' del Tottenham Heung-Min Son.

 

Kim Seung-Gyu, bajo los palos en la otra punta del campo, no gozó de tanto acierto, aunque protagonizó acciones de mucho mérito que mantuvieron a los suyos en la pelea hasta que la diferencia de calidad entre uno y otro plantel se hizo patente en el luminoso. Al fin y al cabo y por mucho que los de Paulo Bento apretaran, Brasil es Brasil y estaba siendo mejor, así que acabó encontrando su premio: una victoria contundente.

Neymar jugó un papel clave con un doblete de penalti. Si bien estuvo notable en el campo, donde provocó muchas faltas gracias a su desborde y buscó más asociarse con sus compañeros que finalizar él las jugadas, los focos le distinguieron desde los once metros. Dos carreras lentas, dos 'paradinhas' y dos ocasiones en que engañó a Seung-Gyu y lo dejó clavado con definiciones rasas y muy lentas, suaves.

A esta fiesta del gol se unieron también Richarlison, Coutinho y Gabriel Jesus. El '9', muy activo buscando conectar por aire y por tierra con los balones de los que le iban surtiendo sus compañeros, abrió la lata en el minuto 7. Una internada de Alex Sandro y un pase de Fred le bastaron para sacarse de la manga un tiro a bocajarro imparable para el portero rival.

Ya en las postrimerías del choque, Coutinho, que había entrado desde el banquillo tan solo unos minutos atrás, explotó un grave fallo de Corea del Sur en la salida de balón. Hwang In-Beom despejó una pelota hacia atrás y la dejó botando a un lado del área, desde donde el '11' intervino con una volea templada más colocada que potente a la escuadra. Valió por el 1-4.

Y con ese 1-4 parecía que iba a acabar un examen en Seúl que Brasil aprobó con nota. Vinicius amagó con ver él también puerta y depuró unos minutos de calidad, pero fue Gabriel Jesus quien firmó, tras una arrancada en el área, un quiebro y un chut raso, la 'manita'. Ningún problema para unos hombres de Tite, que castigaron a los coreanos por su osadía y que pueden estar muy satisfechos, pues no ganaron un amistoso tibio, sino uno cargado de mucho ritmo e intensidad a pesar de que el marcador final sugiera un paseo.

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