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Aquí te lo cuento: Batigol, cañón en sus piernas

Puede ser una imagen de una persona y texto que dice "FILA Nintendo"

¿Quién diría que del hogar menos futbolero de Argentina surgiría un cañón convertido en gol?

En la casa de los Batistuta Zilli, en Reconquista, Santa Fe, provincia de Argentina, no había tiempo para otra cosa que no fuera el trabajo, pero a Gabriel Omar le gustaba el deporte y, precisamente, para evitar que su padre lo enviara a trabajar a un taller mecánico se hizo futbolista amateur en el equipo de su pueblo, hecho que no le gustó nada al progenitor.

Un buen día, el autobús de la selección juvenil albiceleste, pasó cerca de Reconquista y, como por obra del destino, sufrió un desperfecto mecánico, el cual no sería corregido sino muchas horas después; dadas las circunstancias se buscó campo y rival para que el combinado pudiera soltar piernas mientras esperaba por el autobús y proseguir así su camino. ¡Semejante sorpresa!, el seleccionado juvenil perdió por dos goles anotados por aquel muchacho alto y robusto (casi gordo), que no dejaba de comer los alfajores de su abuela. Como consecuencia de ese juego, Newell's Old Boys corrió para contratar al tal Gabriel. Llegado no más, un desconocido en ese entonces llamado Marcelo Bielsa, técnico de la tercera división de Newell's, le convenció que debía dejar de comer los alfajores y otros manjares que su abuela le preparaba.

Su padre, ajeno al fútbol hasta entonces, tuvo que aprender qué era un tiro libre, una tarjeta roja o un fuera de juego para así entender qué era lo que estaba haciendo su hijo y por qué llevaba dinero a casa dedicándose a este juego.

La carrera del llamado Batigol sería realmente fructífera, de los pocos que han sido ídolos en River y Boca; campeón en Italia y con su selección; goleador en todos sus equipos, máximo anotador de la albiceleste con 56 goles hasta que en 2016, un tal Lionel Messi, rompió el récord de Gabriel, dejándolo en el segundo lugar histórico de su selección. De igual forma, es el máximo goleador de todos los tiempos de la Fiorentina italiana con 184 goles. De sus 356 goles anotados se recuerdan muchos, tantos que no podría declararse alguno de todos como el mejor, basta con recordar que era un cabeceador excelso, remataba bien con ambas piernas y tenía una habilidad excepcional para anotar desde fuera del área.

Luego de su retiro en 2005, con 36 años, sufrió dolores innombrables en sus piernas debido a una artrosis severa. Ésta se trata del desgaste de los cartílagos de las articulaciones (sobre todo las que soportan peso, como la cadera, la rodilla y los pies) y progresivamente del hueso que cubren; esto causa inicialmente dolor severo y limitación funcional importante, al punto que puede llevar a la invalidez total. Dichos dolores lo hicieron confesar en una entrevista que "me fui a ver al doctor y le dije: 'córtame las piernas y ponme a caminar como Óscar Pistorius". Luego de varios tratamientos que no resultaron positivos y con el dolor agravándose cada vez más, pues él mismo explicaba que "mi problema es que no tengo cartílago ni tendones, mis 86 kilos de peso están apoyados sobre los huesos. Y hueso contra hueso significa más dolor", Gabriel optó por una solución intermedia: separar los huesos y fijarlos con tornillos. Aunque este procedimiento limita los movimientos del pie, puede caminar con (casi) nulo dolor. "Hoy puedo caminar sin problemas y, también, puedo jugar al golf". Pero el cañón quedó maltrecho para siempre, sin más evidencia que el recuerdo en la memoria (y muchos videos en internet) de quienes gozamos la suerte de verlo haciendo goles de todas las clases y para todos los gustos.

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