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Real Madrid saca la tarea goleando 3-0 al Alavés

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El Real Madrid logró salir del colapso de los últimos partidos y se olvidó de la derrota en París para ganar un Alavés que presentó batalla hasta que pudo. 

Aunque el Madrid se llevó el triunfo, le costó un mundo despertar porque la primera parte fue para apagar las luces. Poco peligro arriba, nula presencia de Benzema y demasiados fallos de concentración que pudieron cambiarle el guion al encuentro.

     

Por momentos se vio a un Madrid dormido y con la sensación de no tener fuerzas en las piernas, de estar todavía aturdido del viaje a París. El Alavés cerró muy bien los espacios y dejó sin respuestas a los blancos.

Asensio firmó un remate muy blando al poco de empezar y Benzema puso el balón en el tercer anfiteatro con un nefasto disparo de falta en las primeras y más destacas acciones del Madrid en el primer tiempo.

 

El Madrid concedió más al Alavés que produjo en ataque y el conjunto babazorro creyó en poder meterle mano al equipo de Ancelotti. Casemiro perdió en el interior del área y Jason llegó por detrás, pero Courtois se libró porque su disparo se marchó por encima de la portería.

Rioja aprovechó para poner a prueba a Courtois, si bien el lanzamiento fue demasiado flojo, al igual que el de Valverde. El uruguayo firmó la última ocasión del Madrid en una espesa primera mitad.

El misil de Asensio despertó al Madrid

En la segunda mitad todo cambió. El Madrid se cambió el traje. Fue otro. El club blanco pasó de la somnoliencia a estar muy vivo. Lejeune sacó un centro peligroso antes de que Vinicius se metiera hasta la cocina, lugar donde se encontró con la pierna de Pacheco, que le negó un gol casi cantado.

En el rechace, Lejeune volvió a sacar bajo palos pero el Alavés ya daba avisos de su inestabilidad. El Madrid aprovechó el tirón, aunque pudo encajar un gol porque Asensio regaló un balón atrás a Pere Pons, que no supo acertar tras regatear a Courtois.

Precisamente fue Asensio el que hizo sonar el despertar con un auténtico misil desde fuera del área. El balear la clavó en la escuadra con la zurda y como a él más le gusta. Le pitaron por su fallo de minutos antes y se fue como un resorte para la grada para pedir los pitos y no los aplausos. Le pudo la rabia a Asensio por la emoción del golazo. Le tocaron la moral y respondió.

Con el tanto de Asensio, el Madrid se convirtió en una máquina. Benzema falló un mano a mano y Carvajal no acertó porque Pacheco estuvo sólido para despejar el lanzamiento del lateral. El segundo se mascaba.

Benzema, que es medio Madrid, se inventó junto a Asensio una tremenda pared con un tacón y se la puso atrás a Vinicius para romper su sequía. El brasileño fue a abrazar a Ancelotti tras quitarse una buena losa de encima.

Karim no se podía ir del Bernabéu sin su gol y se lo dio Rodrygo. El brasileño cayó en el área al ser pisado por Lejeune y el francés no perdonó desde los once metros. El Madrid pasó de cero a 100, aunque le costó una hora arrancar para devolver las aguas a su cauce ante un buen Alavés que aguantó hasta que le dio la gasolina.