La buena presentación de la selección italiana en la Eurocopa que hoy concluye tiene muchas aristas. Pero casi todo pasa por la gestión del técnico Roberto Mancini. Así lo plantea el ex guardameta de la selección italiana, Marco Amelia, quine formó parte del plantel campeón del mundo en Alemania 2006.
Marco Amelia jugó para clubes como el AC Milán o el Chelsea. En el 2006 era suplente de Gianluigi Buffon en la selección italiana junto a Angelo Peruzzi. En un artículo para el diario inglés The Guardian, el ex arquero italiano explica la clave del resurgimiento de los 'azzurri' al mando de Mancini.
Roberto Mancini se hizo cargo de este equipo cuando estaban en una situación muy difícil, ya que no se había clasificado al Mundial del 2018, la primera vez que el país no lo hacía en 60 años.
Mancini tuvo claro su planteamiento desde el primer día: el objetivo era hacer que todos los aficionados, todos los italianos, redescubrieran su amor por la selección. Era necesario redescubrir el espíritu de los azzurri después de tantos años difíciles.
Ese es el secreto de este mágico equipo italiano: cualquiera que haya sido convocado por Mancini ha jugado con este espíritu y el deseo de enamorar a los italianos del equipo.
Era como si el fútbol italiano hubiera experimentado un desastre y Mancini limpiara los escombros. Encontró a muchos jugadores jóvenes con talento que quizás no habían podido triunfar en un gran club y luego los unió al encontrar una identidad colectiva en las tácticas y la forma en que juega el equipo.
Esta es una Italia diferente: están listos para salir y jugar un buen fútbol de ataque y están entrelazados con el espíritu de sus fanáticos. El hecho de que haya varios jugadores jóvenes ayuda porque Mancini siempre ha sido bueno dando una oportunidad a los jóvenes.
Mancini me recuerda a José Mourinho, a quien tuve en el Chelsea, en la forma en que dirige un equipo. Tiene una relación muy fuerte y directa con los jugadores; hay respeto pero también un diálogo constante que aporta un ambiente muy positivo en todo el equipo.
Tácticamente me recuerda a otro de mis ex entrenadores, Massimiliano Allegri, porque es consciente de que el hecho de que tengas muchos buenos jugadores individuales no significa que el equipo vaya a tener éxito. Hay que saber cómo hacer que funcionen juntos, lo que Allegri ha hecho en la Serie A durante muchos años con el Milán y la Juventus.
Mancini también se ha beneficiado de tener jugadores con un carisma especial en el equipo. Lorenzo Insigne y Jorginho son dos líderes en sus clubes y han aportado sus cualidades de liderazgo a la selección. Pero en mi opinión, el verdadero secreto de esta Italia son los jugadores que no juegan tanto: nadie se queja, nadie crea ningún problema. Al contrario, los que están jugando siempre son apoyados por sus compañeros y animados a dar lo mejor de sí mismos.
No es una atmósfera fácil de crear, especialmente cuando hay muchos jugadores de alto perfil, pero sé con certeza que Salvatore Sirigu y Alex Meret, los porteros suplentes, apoyan mucho al excelente portero joven Gianluigi Donnarumma. . La situación es similar a la que hicimos Angelo Peruzzi y yo con Gigi Buffon en 2006, sin ninguna envidia, solo transmitiendo apoyo y fuerza. Esto marca la diferencia en un torneo.
Ahora para la final. Inglaterra será un oponente formidable porque está muy bien organizada. También es un equipo físico, como vimos contra Dinamarca, y ha sido fuerte y concentrado.
Este equipo de Italia tiene muchos jugadores jóvenes, por lo que será una sensación diferente a cuando yo estuve en la final del Mundial en el 2006, deben abordar el juego con calma. Estoy seguro de que Mancini está trabajando en esto porque las finales se ganan con estos pequeños pero importantes detalles.
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