El equipo blanco atraviesa un difícil momento al seguir con un bajo nivel tanto en Liga como en Champions y la derrota ante el Manchester City siguió encendiendo las alarmas.
El Real Madrid atraviesa uno de sus momentos más delicados de los últimos años. El equipo dirigido por Xabi Alonso no muestra un funcionamiento claro, sus figuras lucen desconectadas en gran parte del partido y los resultados no acompañan. La expectativa generada por la llegada del técnico vasco se ha transformado en un mar de dudas: ¿está el proyecto realmente sólido o solo se trata de un bache propio de la transición entre técnicos?
Uno de los principales señalamientos al Madrid actual es la ausencia de una idea de juego reconocible.
Aunque Alonso llegó prometiendo un modelo basado en presión alta, circulación rápida y control del ritmo, en la práctica el equipo muestra desaciertos y desorden ofensivo con jugadores sin encontrar su posición clara, alineaciones incorrectas y otro calvario con las lesiones que ha imposibilitado la solidez del equipo madridista.
FALTA DE CONJUNTO
El equipo depende demasiado de acciones individuales. En lugar de un plan claro, el juego del Madrid parece construido a base de impulsos, sin una estructura que sostenga los partidos y la dependencia total en lo que hace Kylian Mbappé como el gran goleador blanco y el que ha tomado la batuta en las últimas semanas para llevar el equipo al menos a conseguir victorias con lo justo.
A todo esto se suma un bajón evidente en el nivel individual y colectivo. Jugadores clave lucen por debajo de lo esperado: el mediocampo pierde el control con facilidad, la defensa sufre cada vez que el rival acelera, y los delanteros aparecen desconectados del circuito ofensivo. Lo que en otras etapas era una virtud como solidez, jerarquía y esfuerzo, hoy se ve como una fragilidad constante que el equipo arrastra de encuentro en encuentro.
EXCESO DE LESIONADOS
Es cierto que las lesiones y ausencias han condicionado parte del rendimiento ya que el Real Madrid es un verdadero hospital con las lesiones de larga duración de Eder Militao, Trent Alexander-Arnold y Dani Carvajal, pero el bajo nivel no puede explicarse únicamente desde ese ángulo. Incluso con bajas, el Madrid debería mostrar ideas más sólidas que las vistas en las últimas semanas, sobre todo considerando la calidad de su plantilla y la profundidad del banquillo.
La responsabilidad de Xabi Alonso es un punto central del debate. Su propuesta es ambiciosa dentro del fútbol moderno pero exige tiempo, precisión y jugadores que interpreten un plan muy estructurado. Hasta ahora, las lecturas de partido han sido cuestionadas, los cambios no siempre han influido y la adaptación del sistema al perfil de los futbolistas parece insuficiente. Persistir en conceptos que no están funcionando ha aumentado la sensación de que el proyecto se estancó antes de despegar y han comenzado a sonar noticias sobre un posible cambio de timón en el Madrid.
PANORAMA DE CARA AL FINAL DEL AÑO
El panorama es preocupante, pero no definitivo. El Real Madrid tiene recursos y talento para reaccionar lo más rápido posible, aunque lo mostrado recientemente apunta a un problema más profundo que un simple bache.
La crisis actual combina falta de juego, pérdida de confianza y una identidad débil. La pregunta es si Xabi Alonso logrará ajustar a tiempo o si el club se enfrentará a una ruptura prematura en un proyecto que comenzó cargado de ilusión. De su capacidad para corregir el rumbo dependerá si esta etapa se convierte en una reacción o en un derrumbe.
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