El Balón de Oro para Dembélé es una gran lección de superación individual guiado por un maestro.
Abrazado al Balón de Oro en el Teatro del Châtelet, Ousmane Dembélé de 28 años resumió su travesía con una frase que encierra la esencia de su carrera: “Así es el fútbol. Pasé momentos críticos, pero la vida de un futbolista es levantarse”.
Hace apenas un año, la historia parecía otra. Criticado en el Barcelona por su indisciplina, acusado de no ser constante en los entrenamientos y señalado por un historial de lesiones que lo apartaban de la élite, el futuro del francés lucía oscuro. Su salida al Paris Saint-Germain en 2023 fue vista como un alivio para todas las partes, aunque llegaba en calidad de escudero de Kylian Mbappé. Hoy, el destino le sonríe: es el nuevo Balón de Oro 2025, símbolo de resiliencia y madurez.
De promesa irregular a estrella consolidada
- Orígenes: nacido en Vernon, Normandía, en 1997, hijo de madre mauritana y padre maliense, Dembélé creció en un entorno multicultural que le enseñó disciplina y respeto.
- Primeros pasos: su talento deslumbró en el Rennes, donde debutó en 2015. A los 19 años fue fichado por el Borussia Dortmund, donde confirmó que tenía magia en los pies.
- Barcelona (2017-2023): llegó como el fichaje más caro del club (105 millones fijos + variables). Sin embargo, las lesiones musculares y la falta de continuidad marcaron su paso.
- PSG y resurrección: bajo la dirección de Luis Enrique, pasó de ser pieza secundaria a protagonista. En la temporada 2024-25 firmó 26 goles y 19 asistencias, además de ser determinante en la Champions y la Eurocopa, donde llevó a Francia hasta la final.
Sus frases, reflejo del aprendizaje
- “Hace un año parecía imposible… hoy sostengo este Balón de Oro como prueba de que nunca hay que rendirse”.
- “Me acusaron de indisciplina, de no trabajar lo suficiente… pero aprendí a transformar las críticas en motivación”.
- “Mi fichaje por el PSG fue un renacer: llegué como escudero de Mbappé, pero descubrí que podía brillar con luz propia”.
- “Con Luis Enrique hubo momentos difíciles, incluso parecía que todo estaba roto… pero el tiempo y el esfuerzo nos devolvieron la confianza”.
- “El Balón de Oro no es solo mío: es de mi familia, de mis compañeros y de todos los que creyeron cuando parecía imposible”.
Las enseñanzas del Balón de Oro
- La disciplina vence al talento sin constancia: Dembélé entendió que el talento innato debía ir acompañado de trabajo diario y rigor profesional.
- La resiliencia como virtud esencial: sus múltiples lesiones (más de 12 en seis años en el Barcelona) lo pudieron retirar temprano; en cambio, se reinventó.
- El valor de la confianza mutua: de una relación rota con Luis Enrique pasó a consolidarse como pieza clave de su esquema en París.
- La humildad del renacer: aceptó un rol secundario en el PSG, pero desde ahí construyó el camino hacia la cima.
El Balón de Oro de Ousmane Dembélé no es solo un trofeo individual. Es un mensaje para el mundo del fútbol: los tropiezos no definen carreras, lo hace la capacidad de levantarse. Desde Vernon hasta París, desde el banquillo hasta la gloria, Dembélé escribió su propia lección de vida: la perseverancia puede convertir la crítica en ovación.
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