Antes de llegar al Real Madrid, el volante alemán Toni Kroos jugó en su país con el Bayer Leverkusen y Bayern Múnich.
En 2014, la dirección del Bayern Múnich no aceptó renovar el contrato de Toni Kroos salvo con la condición de que no aceptara más de diez millones de euros, con el pretexto de que no era un jugador top a nivel mundial.
A Toni le ofrecieron cobrar diez millones anuales o dejar el club. De hecho, acordaron con su compañero Mario Götze reemplazarlo y le ofrecieron 20 millones de euros como estrella de primera.
Kroos optó por marcharse y fue ofrecido dos veces al Barcelona. Fue rechazado dos veces por el entonces entrenador del Barcelona, Luis Enrique, por el mismo motivo de que no era una estrella de primer nivel, y en su lugar eligió al jugador croata Ivan Rakitic.
Cuando Kroos llegó al Real Club, la afición del Real Madrid no se mostró entusiasmada con el acuerdo, ya que asistieron 8.000 aficionados a la presentación oficial del jugador, mientras que 45.000 aficionados asistieron ese mismo año a la presentación del jugador colombiano James Rodríguez.
El único que confió en el jugador fue Carlo Ancelotti, y entre los jugadores, Cristiano Ronaldo fue un gran apoyo en el inicio de su carrera con el Real Madrid. Ancelotti lo puso en el once titular desde su llegada al club y se ha mantenido en un gran nivel.
Por eso siempre lo encuentras elogiando a Ancelotti y considerándolo el mejor entrenador con el que jamás ha entrenado, y también a Ronaldo como el mejor jugador de equipo.
Con este panorama se entiende el motivo de por qué Toni Kroos celebra tan efusivamente cuando juega ante Bayern Múnich y Barcelona.