La salida del jugador del club de la capital en junio parece ser una realidad. La cuestión es qué equipo se hará con el argentino para la próxima temporada.
Aunque la situación es muy cambiante, la respuesta a la pregunta que incluimos en el titular es, a día de hoy, más lejos. Todo parece indicar que Leo dejará el club francés a final de esta temporada. La situación parece insostenible. El PSG no ha cumplido las expectativas que tenía cuando fichó al argentino. La eliminación de la Champions League ha sido un golpe de grandes proporciones para los galos. Y, ahora, no parece tan fácil revalidar el título nacional para los parisinos, después de algunos tropiezos recientes.
La deriva irregular del PSG en la Ligue 1 no parece pasarle factura en materia de pronósticos. Las casas de apuestas están dando favorito, de forma rotunda, al equipo parisino de cara a sus próximos compromisos del futbol francés. Pero el Marsella y el Lens se acercan peligrosamente, encadenando victorias y aprovechando la reciente debilidad del líder. No conseguir el título de la liga de su país sería un absoluto fracaso para los de Galtier.
Y los de la capital parece que tienen claro a quién echarle la culpa. Los últimos abucheos muestran un profundo malestar con el de Rosario, aunque sus actuaciones hayan sido impecables. Con las lesiones de sus compañeros de equipo, Leo se ha echado a la escuadra a la espalda. Pero nada de eso parece ser suficiente. Además, algunos aficionados franceses culpan a Messi de haberse centrado demasiado en su selección y no rendir al mismo nivel en el club que le contrató.
La escapada publicitaria a Arabia Saudí sólo hizo que empeorar las cosas. Provocó una sanción que impidió al jugador estar en el equipo. Finalmente, la necesidad de tenerlo sobre el césped se impuso. Pero las heridas aún no han cicatrizado. Ni siquiera con un comunicado del delantero disculpándose por sus acciones. La renovación no tiene visos de concretarse. Y eso que sería un fracaso personal para Nasser Al-Khelaïfi, que hizo una potente apuesta por la confección de esta plantilla que debía ser, a priori, imparable.
Si, finalmente, los augurios se cumplen, Messi será un jugador libre este junio. ¿Qué pasará entonces? Nadie lo sabe a ciencia cierta. En las últimas semanas son insistentes los rumores de una vuelta al FC Barcelona, su equipo de siempre. Recordemos que Leo salió del club porque mantener su ficha era imposible, tanto por las capacidades financieras del Barça, como por la normativa de "Fair Play" financiero. Sin embargo, parece que los de Laporta han estado confeccionando un plan de viabilidad que podría hacer posible su vuelta. Además, el Presidente afirma que ha retomado los contactos con el jugador y no esconde su deseo de recuperarlo. Eso sí, afirma que no a cualquier precio.
Los de Barcelona acaban de conseguir el título de Liga, quieren reforzarse para el año que viene y Leo estaría en el lugar que más atrae a su familia. Pero las posibilidades económicas de los de la capital catalana pueden ser un obstáculo insalvable. Todo lo contrario que un club árabe que habla de 300 millones de dólares al año para el delantero. El Al Hilal parece decidido a hacerse con los servicios del jugador. Pero, ahora mismo, no hay más que contactos y fuerte interés por parte de los árabes. Esta sería un final de carrera muy lucrativo para el de Rosario, pero bastante alejado de las ligas mayores. Y la experiencia de Cristiano Ronaldo, un claro precedente, no parece haber sido del todo satisfactoria.
Por otra parte, tenemos el Inter de Miami de David Beckham, una opción que suena con fuerza desde hace tiempo. La MLS puede representar una buena ficha para Messi, además de un estilo de vida más atractivo que el de Arabia y un punto neurálgico para los negocios del delantero en un futuro cercano, cuando su faceta de jugador finalice. Por lo pronto, sabemos que Leo ha adquirido algunas propiedades en la ciudad norteamericana. Y tampoco se puede descartar un broche final a su carrera en Argentina, tal vez en el Newell's. En definitiva, todo está abierto. Bueno, casi todo. Su continuidad en París parece, ya, prácticamente descartada.