Si bien la Juventus y el Real Madrid afinaron los detalles de la transferencia por Cristiano Ronaldo, una campana funeraria sonó para otros clubes italianos históricos.
Y es que el arribo de CR7, acentúa la disparidad entre los que están en la parte superior del fútbol italiano y los que aparecen unos peldaños abajo. La llegada de Ronaldo ha sido aclamada como un golpe para el fútbol italiano. Aparentemente elevará el perfil de la Serie A a un nivel no visto desde la década de 1990 y todos cosecharán los beneficios. Pero pocos fanáticos fuera de Turín, se apuntan a esta teoría.
La noticia de que a Bari y Cesena de la Serie B, así como a AC Reggiana de la Serie C, se les han denegado las licencias para la próxima temporada debido a problemas financieros, difícilmente sorprenderá a cualquiera que siga el fútbol italiano. Desde que Fiorentina quebró en 2002, 153 clubes italianos se han refundado, se han fusionado con otros clubes o han desaparecido por completo. Tres clubes han caído de la Serie B a la Serie D al cierre de temporada debido a problemas financieros, aunque ninguno de ellos terminó en la zona de descenso.
Clubes en la ruina van y vienen
De una forma u otra, la mayoría de estos clubes regresan. Se forman nuevas entidades legales, se encuentran nuevos propietarios y los clubes comienzan de nuevo en las ligas inferiores. Algunos se levantan de las cenizas y prosperan. Napoli fue refundado en 2004 y casi ganó la Serie A la temporada pasada. Parma completó su regreso a la máxima categoría en mayo, solo tres temporadas después del tercer renacimiento en su historia. Pero el proceso de resurrección puede ser largo y doloroso para los fanáticos. Esta es una nueva experiencia para el Bari, que se fundó en 1908, y Cesena, que han estado recorriendo las ligas profesionales desde 1940.
El ejemplo del Bari
¿Cómo fue esto para Bari, el club de Gordon Cowans y David Platt? En mayo de 2014, después de tres décadas en manos de la familia Matarrese, Bari encontró nuevos dueños, con el ex árbitro Gianluca Paparesta como cara pública de un grupo que pagó 4.8 millones de euros por el club en una subasta de bancarrota. Los Matarreses efectivamente se lavaron las manos en 2011, dejando el club que se estancó durante tres años y acumuló deudas por 30 millones de euros.
Se buscó poner el club en equilibrio y en 2016 parecía haber encontrado un inversor rico. El empresario Noordin Ahmad tuvo un acuerdo preliminar para comprar una participación del 50% del club, mientras que el magnate local Cosmo Giancaspro , que adquirió una participación del 5% en diciembre de 2015, fue anunciado como el nuevo presidente.
A partir de entonces, la atmósfera alrededor del club cambió. Los planes de reurbanización para el estadio de San Nicola fueron rechazados, y el alcalde de Bari, Antonio Decaro, se negó a comprometer dinero de los contribuyentes. Al club se le ofreció un contrato de arrendamiento a largo plazo y la libertad de desarrollar el terreno pero, sin fondos disponibles, los planes se archivaron y el San Nicola se derrumbó silenciosamente, reflejando conmovedoramente la situación detrás de escena.
En enero de 2018, surgieron rumores de que no se pagaban los salarios, lo que provocó multas de la oficina de impuestos. En marzo, se confirmó que el club tenía una deuda de 16 millones de euros. Sin activos para recaudar fondos, la promoción era su única esperanza. Los jugadores llegaron a los play-offs, pero una penalización de dos puntos por irregularidades financieras les dieron un empate y no pudieron llegar a la Serie A.
El suministro de agua del estadio se cortó el mes pasado debido a una factura impaga de 6.000 € . Al mismo tiempo, el club estaba tratando de recaudar 5 millones de euros para pagar los salarios pendientes, las contribuciones a las pensiones y la tarifa de inscripción requerida para competir en la Serie B esta temporada. Las conversaciones con Andrea Radrizzani, propietaria de Leeds United, colapsaron y Giancaspro, ahora bajo investigación por irregularidades financieras, se alejó del club.
Los problemas de asistencia
La vida fuera de la máxima categoría siempre ha sido una tensión para el Bari . Su estadio aclamado arquitectónicamente -conocido como la "Nave Espacial" - fue originalmente construido para Italia 90 y durante mucho tiempo ha sido un drenaje de recursos, sin que ni el club ni el consejo puedan encontrar una solución sostenible. El equipo siempre fue segundo en el estadio y el mantenimiento del fútbol de alto nivel resultó ser una tarea imposible. Es una historia similar en toda la península, ya que los clubes luchan por mantener los estadios municipales. Incluso la Juventus no pudo llenar el Stadio delle Alpi, eventualmente reemplazándolo con el Juventus Stadium más pequeño y más económico.
Los últimos años han sido agotadores para los fanáticos de Bari. Los problemas en torno al estadio, la puerta giratoria de los entrenadores y los jugadores, y un alza en los precios de los boletos durante la época de Giancasparo, han erosionado el entusiasmo. El club que atrajo a 50,000 personas en el play-off de la Serie B contra Latina en 2014 solo pudo vender 20,000 boletos para su play-off contra Novara en 2016.
Sin embargo, con suerte, este no será el final. Los planes de reactivación comenzaron el viernes cuando Decaro habló frente a los 4.000 aficionados en el antiguo estadio del club, el Stadio della Vittoria , donde probablemente regresarán. El alcalde quiere que las autoridades del fútbol otorguen a Bari un lugar en la Serie C a la luz de su herencia deportiva, pero esa idea es poco probable que vuele. Han surgido nuevos inversores, pero los detalles siguen siendo vagos.
Aficionados devastados
Jeremy Bowling, titular de un boleto de temporada en el club desde 2009, resume el estado de ánimo: "La ciudad, la provincia y los Tifosi están devastados: nosotros los británicos también, que fuimos acogidos y recibidos. No estoy seguro de cómo voy a llenar el vacío. Una ciudad que puede enviar 50,000 a un juego de play-off merecía una mejor administración que esto", dijo. Mark Neale, quien ha estado siguiendo al club por 35 años, también quedó atónito:" A medida que transcurría el plazo, todo estaba en silencio. Luego, los fanáticos en Facebook estaban haciendo videos en vivo con lágrimas en los ojos".
Bari y Cesena se inspirarán en clubes como Napoli y Fiorentina que han vuelto a subir después de sufrir destinos similares, mientras que Reggiana tratará de evitar los errores que cometieron después de su última refundación en 2005. Puede haber nuevos nombres, nuevos estadios, nuevos oponentes y nuevos propietarios, pero los fanáticos permanecen constantes. Ninguna cantidad de informes contables, de investigación y legales puede quitar la pasión de aquellos que continuarán dando vida a un club, incluso después de que se hayan escrito los obituarios.
