Eden Hazard, Romelu Lukaku y Kevin de Bruyne son las puntas de lanza del mejor ataque de la Copa del Mundo. Sus tres perfiles muy diferentes ofrecen una complementariedad formidable a los Red Devils.
El primero es un dinamizador y dribleador emérito. El segundo, un finalizador, poderoso e inteligente. El último, un jugador moderno, rápido, buen pasador y excelente en el juego sin balón. Eden Hazard, Romelu Lukaku y Kevin De Bruyne tienen el futuro de Bélgica en sus manos.
Su complementariedad es el fruto de una larga experiencia común en la selección. Los tres jugadores codo con codo desde 2010 (Hazard llegó en 2008) a los Red Devils. Pero también la oposición regular en el Campeonato de Inglaterra, donde han estado evolucionando durante varios años.
Con la selección belga, cada uno tiene su rol. Kevin De Bruyne ocupa un lugar más distante que sus dos compañeros, incluso durante el juego contra Brasil, donde Roberto Martínez se posicionó más arriba de lo habitual. Durante los ataques rápidos, es él quien impulsa la acción buscando la verticalidad. Lógicamente, él es uno de los jugadores que crean más oportunidades en esta Copa del Mundo. Solo Mesut Özil (5.5 oportunidades creadas por juego pero solo dos juegos jugados) y Neymar (4.6 oportunidades creadas por juego) son mejores que el centrocampista del Manchester City (4 oportunidades creadas por partido).
Romelu Lukaku es el finalizador. Aunque a menudo ha sido criticado por su falta de calidad técnica, demostró en este Mundial que tenía otros recursos. Más allá de su sentido de propósito, el belga creó espacios para sus compañeros de equipo, como vimos en la contraluz que dio la victoria contra Japón. Máximo goleador en la Copa del Mundo (4 goles) detrás de Harry Kane (6) y empatado con Denis Cheryshev y Cristiano Ronaldo (4), Lukaku golpeó once veces a la portería rival (9 veces directo).
Finalmente, Eden Hazard usa el disfraz del driblador loco, capaz de desestabilizar las defensas por sí mismo. El jugador del Chelsea logró diez dribles durante el partido contra Brasil, por primera vez en la historia de la Copa del Mundo desde que según Opta comenzó a analizarse en 1966. Solo Messi e Isco (5.8 dribles por juego) son más en el uno a uno que Eden Hazard en esta Copa del Mundo.
El atacante de los Red Devils, que por lo tanto está a menudo en posición de ataque, ha probado su suerte trece veces más que cualquier otro jugador en Bélgica. Y será uno de los principales peligros el martes si mantiene su regularidad mostrada ante Brasil.
