Uno de los grandes duelos de la séptima jornada de la Premier League se jugaba en Stamford Bridge. El Chelsea de Conte recibía al Manchester City de Guardiola, que se veía obligado a ganar si no quería perder el coliderato con el United. Tres puestos por detrás se encontraban los blues, que iban a a presentar batalla sin ninguna duda. Se podía presagiar un partido intenso y con muchas expectativas.
Con un once agresivo como el que Guardiola puso sobre el césped, estaba claro que el City iba a luchar con garras. Eso sí, frente a un Chelsea más fuerte que nunca y que nada más arrancar el encuentro mantuvo su línea de presión muy alta. Morata se desmarcó desde el primer momento, intentando ponerse en el punto de mira de Kanté y Fàbregas. Por otra parte, De Bruyne hizo lo que bien sabía, y ejecutó un libre directo que por suerte o por desgracia acabó en manos de Courtois. El equipo de Conte cocinaba la jugada, su centro del campo mantenía el esférico y lo conducía a través del césped hasta llegar a Ederson. Pero no tenían una presión alta, permitiendo al Manchester City centrándose en la efectividad con un juego vertical muy rápido.
El Chelsea no estaba creando suficiente peligro, a pesar de haberse plantado Morata con mucha firmeza en el área contraria. La grada pedía acción, muchos jugadores con calidad sobre el campo pero se necesitaba más movimiento. Fàbregas no estaba despuntando como era habitual, se veía muy anulado y el partido estaba siendo demasiado técnico. Era necesario que uno u otro conjunto rompiera el encuentro antes de caer en un sin fin de pases sin resultado. La primera ocasión del Chelsea fue de Azpilicueta, que remató desde el borde del área tras un rebote de Ederson. Pero a la siguiente jugada el City quiso replicar, y Sterling buscó el pase de la muerte aunque nadie llegó para finalizar la jugada.
Sin prisa y con demasiada calma
Estaba más que igualado el encuentro. La posesión había sido por momentos del City, pero el Chelsea había recuperado terreno y se había puesto a la altura. Nadie quería arriesgarse, en verdad ambos conjuntos se veían cómodos. Sin embargo en el momento más inesperado Conte tuvo que hacer un cambio y sustituir a Morata, que no podía seguir. Había sido difícil encontrar un hueco para poder estrenar el marcador, y quizá la entrada de Willian aportara más opciones. Pero no sería en el primer tiempo, ya que el resultado se mantuvo y eso que Fernandinho casi besa el santo ante Courtois. Todos deseaban que el segundo tiempo fuera mejor.
Las esperanzas estaban puestas en la segunda parte, pero la tónica del partido parecía haber cambiado sólo un poco. El primero en atreverse en el segundo tiempo fue el City. Sterling mandó el esférico raso al corazón del área, pero la defensa bloqueó el remate. Era difícil finalizar una jugada en condiciones, en este caso el Chelsea era un muro en defensa que la ofensiva del Manchester, era incapaz de romper. Seguía intentándolo Sterling, que era el único que era capaz de desmarcarse por banda izquierda y atacar a Courtois. Pero no había que olvidarse del Chelsea. Hazard recibió un buen balón en un libre directo, y puso por primera vez en problemas a Ederson.
De Bruyne transforma las esperanzas
Sólo faltaba el gol. En los minutos que habían transcurrido del segundo tiempo al menos se había construido más que en toda la primera mitad. El City seguía insistiendo, ahora por banda derecha rápidas contras para encontrar a Sterling. Sin embargo no fue él el protagonista, si no De Bruyne. Cogió el esférico en el borde del área y tras deshacerse de cada jugador del Chelsea que se ponía en su camino, le pegó al esférico con la zurda. El tiro fue directo a la portería de Courtois, que no pudo hacer nada para frenar el zurdazo de su compatriota. Conte las había visto venir y no había hecho nada para frenarlo, se había quedado quieto; en parte merecía este gol en contra.
Ahora el Manchester City se sentía crecido, quería hacer el encuentro suyo, frente a un Chelsea que veía cómo el tiempo pasaba. De esta forma el equipo de Guardiola seguía líder por encima del United y no estaban para perder partidos. Los de Conte eran incapaces de darle un giro al encuentro y poder combinar para crear. Quien seguía creando era el City, y Jesús estuvo a punto de hacer el segundo. Recibió en el vértice del área una volea y le pegó de primeras, pero un defensa apareció y despejó el esférico. John Stones lo intentó in extremis con un remate de cabeza, pero su remate fue flojo. El resultado dejaba al City como líder de la Premier League, compartiendo con el United, pero ganando en la diferencia de goles. El Chelsea por su parte debía centrarse en el próximo encuentro con intención de mejorar su actuación.
Ficha Técnica
(0) Chelsea: Courtois, Cahill, Christensen, Rudiger, Azpilicueta, Kanté, Bakayoko (Batshuayi), Fàbregas, Alonso, Hazard (Pedro) y Morata (Willian).
(1) Manchester City: Ederson, Walker, Stones, Sterling, De Bruyne (Danilo), Delph, Sané (Gundogan), Silva (Bernardo), Fernandinho, Otamendi y Jesús.
Goles:
0-1 Kevin De Bruyne potente remate fuera del área (67′)
Estadio: Stamford Bridge
Árbitro: Martin Atkinson
Amonestados: Fernandinho y Otamendi (Manchester City)
Motivo: Partido correspondiente a la jornada 7 de la Premier League 17/18