En la siguiente nota presentamos algunas de las cláusulas más llamativas en el mundo del deporte. Algunas estipulaciones pasan de 'antimordidas' hasta la prohibición de jugar partidos no oficiales.
Cuando el Barcelona fichó a Luis Suárez, el diario inglés “Daily Mirror” aseguró que el contrato del futbolista incluía una cláusula “antimordiscos”. Esta consistía en que si Suárez volvía a morder a otro rival, el jugador uruguayo tendría que pagarle una indemnización al Barça.
Los Bulls de Chicago quisieron proteger a su máxima estrella, Michael Jordan. El equipo de la ‘ciudad de los vientos’ incluyó una cláusula para evitar que sufriera lesiones, así que le prohibieron jugar partidos de baloncesto que no fueran oficiales.
Cuando Real Madrid fichó a Carlo Ancelotti como entrenador en 2013, el PSG “blindó” a sus futbolistas por una posible fuga de cracks a Madrid, donde acompañarían al italiano. Pero el club parisino supo mover sus cartas y aceptó negociar a Ancelotti con el Madrid, imponiendo en su contrato una cláusula que impedía que los “merengues” se llevaran a jugadores del PSG.
En 2009, Adriano volvió a Brasil tras un paso intermitente en el fútbol de Europa. El delantero fue fichado por el Fluminense, quien se comprometió a ayudarlo en su recuperación de los problemas de rendimiento y sobrepeso. El contrato que firmó el delantero incluía un sueldo de 465 reales brasileños (108 euros), pero le pagarían 20 mil euros por cada partido disputado, además de bonos por gol convertido, por si salía campeón e incluso, si era llamado a la Selección de Brasil.
Cuando Dez Bryant firmó con los Dallas Cowboys, el club quiso ayudarle con su vida desordenada, así que en el contrato que firmó en 2012 incluyeron una cláusula de no alcohol, ninguna visita a club de striptease y una política de toque de queda a la media noche.
Tras no ser tenido en cuenta por el Liverpool, Mario Balotelli fichó por el Milan, pero antes el equipo ‘rossonero’ buscó blindarse ante los recurrentes escándalos del delantero. Para ello, en el contrato de cesión incluyó una cláusula “antiescándalos”, ésta incluía una serie de normas al estilo militar para Balotelli, quien, entre otras cosas, debía moderar sus peinados “acordes a un club como lo es el AC Milán”, y tampoco podía publicar mensajes polémicos en sus redes sociales.
Oxlade-Chamberlain fichó por el Arsenal para la temporada 2011/12, proveniente del Southampton, equipo que negoció un bono de 14 mil euros por cada vez que su exjugador jugase 20 minutos en un partido. Aunque Arsene Wenger lo metía al campo después del minuto 73, en muchas ocasiones no tuvieron en cuenta el tiempo de descuento, por lo que a los ‘gunners’ les tocó pagar.
El futbolista holandés Romeo Castelen firmó uno de los contratos más extraños en la historia del fútbol, ya que su club, Volga Nishni, de Rusia le pagará por cada minuto que juegue.
Cuando John Lackey firmó con los Medias Rojas por cinco años y 82.5 millones de dólares, el equipo de Boston incluyó una cláusula sobre el codo del lanzador para salvar su dinero, esta consistía en que si el derecho se perdía buena parte de la temporada por lesión en el codo solo le pagarían 480.000 dólares. El lanzador se perdió la temporada por una cirugía de Tommy John.
Fuente: Diario El Espectador