BUSCAR EN EVERGOL

Jordi Cruyff, hijo del fallecido y legendario futbolista holandés y del Barcelona Johan Cruyff, sostiene que su padre no jugó el Mundial de Argentina 78 por un intento de secuestro que sufrió en España , cuando la prensa en su país , más bien la cargó contra su madre, a la que responsabilizaron por ello.

Jordi Cruyff de 42  también fue jugador de fútbol e incluso actuó en el Barcelona y actualmente es director deportivo del equipo israelí  Maccabi Tel Avid.

¿No cree que él trascendió más allá del fútbol?

Jugadores extraordinarios hay unos cuantos, y él era uno de ellos. Luego, que alguien así sea capaz de dejar un sello como entrenador, quedan menos. Además, creó una filosofía que estaba considerada de locos en su momento, y que se sigue utilizando y modernizando. Era un romántico del fútbol. En el libro hay una frase con la que al principio me reí, y luego capté: "Estás considerado un loco hasta el día en que, de repente, eres un genio". Loco porque fue a contracorriente. Y ahora la gente dice que es un genio cuando durante su vida le llamaron loco.

Llegó a innovar en temas extradeportivos. De hecho su suegro, Cor Coster, era su agente.

Él fue a los 19 años a negociar su contrato con el Ajax solo, y había seis tipos. El más joven tenía 60. Gente curtida. Quería a alguien que le ayudara, y le dijeron que no. Su cabezonería y su orgullo le llevaron a no firmar nada hasta que aceptaron. Mi padre lo explica bien: cuando pensó que podía hacer cosas que no sabía, se arruinó. A cero. Y nunca se deprimió. Estaba así y buscó soluciones. Volvió a jugar, se fue a Estados Unidos, y rellenó el vacío económico. Mi abuelo le hizo unas preguntas sobre si sabía algo sobre terrenos o cerdos, y le dijo que no. "Dedícate a jugar a fútbol y olvídate del resto", le respondió.

También dio un aire nuevo al Barça en la dictadura de Franco.

Por el 0-5 [en el Santiago Bernabéu] y por fichar por el Barcelona, porque se intentó bloquear. El Ajax, incluso, creo entender que llegó a un acuerdo con otro club y él dijo que decidía dónde quería jugar. Esa rebeldía fue un motivo de orgullo aquí. El club y él encajaron su personalidad en ese momento.

Su padre recuerda cómo nació usted por cesárea una semana antes del mítico 0-5 en el Santiago Bernabéu para que él pudiera jugar...

Como buen rebelde, debía nacer el fin de semana del Real Madrid-Barcelona, el del famoso 0-5. Pero eso no iba a pasar de ninguna de las maneras [risas]. Ni mi padre se quería perder ese partido, ni Rinus Michels, que era el entrenador, iba a permitirlo. Escogieron una fecha una semanita antes. Así fue. Casualmente, coincidió con la que quizá sea la victoria más grande que ha logrado nunca el Barcelona en el Bernabéu. Y en la época de Franco, fue más grande de lo que sería ahora.

No sé si su padre le contó mucho esa batallita.

No, normalmente son los aficionados quienes la recuerdan. Y queda el tema de mi nombre: Jordi. Estaba prohibido en ese momento. Pero como nací en Holanda y se rellenaron todos los documentos oficiales allí, ponía Jordi y cuando me registraron aquí, le dijeron a mi padre que no. "Usted tiene que cambiar el nombre de su hijo". "Cambiará usted las leyes, yo no cambiaré su nombre, está en los documentos holandeses". Era su rebeldía. Su manera de ser.

¿Su padre es un símbolo?

No sé si un símbolo, pero es humano. Al final, es alguien que ha cometido los mismos errores que mucha gente.

Era un genio humano.

Sí, cometió errores. Que se arruinara cuando quería retirarse, le hizo jugar hasta los 37 años.

El libro destapa un intento de secuestro en su casa que propició que no acudiera al Mundial de 1978.

En Holanda, durante muchos años, a mi madre le dieron mucha caña. La gente pensaba que no fue al Mundial por ella, y fue por un intento de secuestro, con escopeta recortada, en Barcelona. Le pidieron que no hablara nunca de esto para no dar ideas. Es un tema que mi madre, pobre, se tuvo que tragar.

¿Hubo miedo en su hogar?

No me di cuenta de que había escoltas por ahí. Es posible que tuviéramos seguridad, pero nunca vi nada ni se mencionó en casa. Hasta hace un año y medio, no sabía por qué mi padre no fue a ese Mundial.

De hecho, cuenta que no tenía ningún recuerdo de fútbol en casa.

Me da rabia, pero era su carácter: mi padre no guardó nada. Si le preguntabas dónde estaba el Balón de Oro, te decía que no tenía ni idea. Era así, no le daba importancia a las cosas. Tenía dos condecoraciones de la reina de Holanda, y la ley dice que las debes devolver cuando fallece su propietario. Las han encontrado allí, ¡pero nadie sabía nada! Una de mis pasiones es encontrar camisetas históricas o cosas usadas por él. Sé que la gente no quiere desprenderse de ello, pero lo quiero por si algún día se organiza algo. Es de la familia. Mi padre regaló absolutamente todo. No tenía nada. Vivía así.

¿Le llegó a pesar su legado?

Sí. Tuve la suerte de que mi padre registró el 14 y Cruyff. No podía teóricamente ni llevarlo. Era suyo. Pienso que hoy no se permite la venta de productos. Aprendió de su ruina, digamos, y entendió las cosas un poco mejor. Me pesó, porque yo no era como él. Luchar contra un tipo que está considerado una leyenda cuando al final soy mortal... Él es inmortal.

En la biografía narra que, tras ser destituido en 1996, usted se negó a entrenar con Carles Rexach...

Él lo explica bien. El que nunca lo ha explicado he sido yo. Hay parte de veracidad en esto. Eran uña y carne. Cuando se va uno, supones que el otro también. Y no pasó. Digamos que había diferentes opiniones. Mi padre dice en el libro que él era más fuerte con la directiva, pero mi padre quien lo exteriorizaba.

Usted es el director deportivo del Maccabi Tel-Aviv, pero no sé si en sus planes está volver un día al Barça.

No está en mi cabeza, estoy en proceso de aprendizaje en ligas diferentes, que es más difícil que en otras donde está todo muy organizado. Debes fijarte de cualquier detalle y tener un sexto sentido. Habrá un momento en el que daré un paso. Hubo buenas opciones para ir a una de las buenas ligas. Pero el Maccabi me ha cuidado fantásticamente bien, ha sido muy elegante, y soy agradecido. Y no me parece justo irme tras lo de mi padre, que no es nadie normal. Se ve lo que conlleva. No me parecía honrado por mi parte. Soy aficionado del Barcelona, pero al mismo tiempo, hay momentos para todo, y el actual no es el mío. Voy en mi camino y estoy encantado de la vida.

© 2017 Un Equipo Adelante, San Rafael de Alajuela, Comercial Udesa Sport. Todos los derechos reservados Los derechos de propiedad intelectual del web everardoherrera.com, su código fuente, diseño, estructura de navegación, bases de datos y los distintos elementos en él contenidos son titularidad de Un Equipo Adelante a quien corresponde el ejercicio exclusivo de los derechos de explotación de los mismos en cualquier forma y, en especial, los derechos de reproducción, distribución, comunicación pública y transformación. El acceso y utilización del sitio web everardoherrera.com que Un Equipo Adelante pone gratuitamente a disposición de los usuarios implica su aceptación sin reservas.