La cara de los jugadores italianos era un poema tras caer con Alemania en una larga y agónica tanda de penaltis. Los de Antonio Conte habían logrado lo más difícil, igualar el gol inicial de Ozil y forzar la prórroga de un partido que parecía que se les escapaba. Pero fue para morir en la orilla.
Los internacionales italianos no tuvieron acierto desde los once metros y vieron cómo se les escapaba una semifinal que parecía cerca después del 1-1, cuando crearon buenas ocasiones en la portería defendida por Manuel Neuer.
Hubo llantos en algunos futbolistas tras la eliminación, como en el caso de Andrea Barzagli, que no pudo contener su desilusión ante las preguntas de un periodista de la RAI. "Nadie se acordará de nosotros, de este equipo, en unos años", sollozó.
