El alemán competía con su equipo actual, el Górnik Zabrze de Polonia, mientras se enfrentaban a otros cinco conjuntos europeos. En el duelo de semifinales con Rot-Weiss Essen, las cosas empeoraron para el artillero. El partido fue bastante friccionado y con 'pierna fuerte' y eso llevó a que se cobraran tres penales, cosa que para algunos fue injusta, incluído Podolski.
En el final del partido, el alemán derribó a uno de sus rivales y él árbitro no dudó en cobrar la pena máxima. El ex Arsenal se calentó y fue a enfrentar al colegiado, se puso cara a cara con él, pero este no dudó en mostrarle la roja directa. Pero no quedó todo ahí, una vez que abandonó la cancha, le tiró todo el contenido de una botella de agua en dirección a donde estaban los árbitros.
El equipo de Podolski, Górnik Zabrze, jugó el resto del partido con un jugador menos que sus oponentes y le costó caro ya que Rot-Weiss Essen anotó poco después.
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