Lewandowski fue expulsado en el último encuentro de Liga antes del Mundial contra Osasuna y recibió una sanción de tres partidos por parte del Comité de Competición.
El Barcelona recurrió al Comité de Apelación del TAD, aludiendo que el gesto que hizo el polaco rozándose la nariz iba dirigido a Xavi, su entrenador, y no al árbitro, tal y como señalaba el acta.
El recurso fue rechazado pero el club no se dio por vencido. Acudió a la justicia ordinaria y el Tribunal Central Contencioso de Madrid le concedió la cautelar, lo que permitió que el polaco jugará ante el Espanyol en el último partido del 2022.
El Espanyol ha denunciado alineación indebida del Barcelona por incluir a Lewandowski en aquel partido, “una injusticia que se sustenta en una resolución apresurada y con carencias jurídicas evidentes”, según el comunicado emitido por el club perico.
La sanción solo afecta a la Liga, por lo que el polaco sí que podrá disputar la Supercopa de España que se celebra la próxima semana.
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