Desde el 2018 el zaguero la rompe en el Liverpool de la Premier League. A sus 31 años, pasa por un gran momento, pero no toda su vida fue color de rosas: cuando tenía 20 años sufrió una enfermedad que lo acercó a la muerte, e incluso llegó a firmar un testamento.
El futbolista del Liverpool contó en una entrevista a la revista británica Four Four Two que en 2012 estuvo al borde de la muerte. “Recuerdo todo al respecto. No voy a mentir, estaba bastante asustado. Podría haber muerto".
En aquel entonces, el defensor era una promesa del FC Groningen de Holanda y se había mudado sólo, lejos de su familia, para poder alcanzar su sueño de ser una figura del fútbol mundial. Aquella mudanza lo alejó de la saludable cocina hogareña, que fue reemplazada por la comida chatarra: “Comía porquería todo el tiempo”.
Ese cambio de hábito comenzó a generar consecuencias en su cuerpo, a tal punto que un día no pudo presentarse a entrenar. “Al principio, pensamos que tenía gripe, estuvo en casa unos días con mucho dolor abdominal”, detalló su por entonces director técnico, Dick Lukkien.
“Fue al hospital local pero no pudieron encontrar nada malo, así que lo enviaron a casa. Fue solo su madre quien vio que esto no era normal y lo llevó de regreso al hospital, fue crucial para salvar su vida".
El parte médico oficial parecía letal: apendicitis, peritonitis y un riñón infectado.
“Todo lo que pude ver fueron tubos colgando sobre mí, mi cuerpo estaba roto y no podía hacer nada”, recordó Van Dijk, quien ante semejante cuadro escribió su propio testamento.
“Si hubiera muerto, una parte de mi dinero hubiese ido para mi madre. Por supuesto, nadie quería hablar de eso, pero teníamos que hacerlo, todo podría haber terminado”.
"Afortunadamente, lo médicos hicieron un trabajo sensacional y aquel primero de abril pudieron salvar su vida. Por suerte, me recuperé. Fue una gran bendición salir del otro lado con mi salud. Me he asegurado de que mi dieta mejore mucho desde entonces".
Aquel roce con la muerte terminó siendo un trampolín en su carrera. Van Dijk se propuso ser una estrella, se ganó un puesto de titular en el equipo para la siguiente temporada y en 2013 fue comprado por el Celtic de Escocia. Luego, en 2015, se sumó al Southampton para brillar en la Premier League y llamó la atención de Jürgen Klopp. El alemán lo pidió para el mercado invernal de la campaña 2017/18 y desde entonces se ha convertido en una pieza clave del Liverpool donde consiguió siete títulos, entre ellos una Premier League y una Champions League.
Su traspaso al conjunto rojo se cerró en 84 millones de euros. Ese día, el zaguero se convirtió en el defensor más costoso de la historia.
Luego de no haber logrado la clasificación a Rusia 2018, finalmente se encuentra disputando su primer Mundial en Qatar 2022, y como capitán de Países Bajos, equipo que el próximo viernes enfrentará a Argentina en cuartos de final (1 pm Hora de Costa Rica).