Luego de lo que fue la participación de Senegal en la edición que organizó Rusia en 2018, donde su equipo fue eliminado de forma prematura a pesar del triunfo ante Polonia (2-1) y el empate con Japón (2-2), el combinado africano cayó en la tercera fecha del Grupo H contra Colombia (1-0) que le permitió a los sudamericanos y a los asiáticos acceder a los octavos de final.
Más allá de la pronta despedida, la producción del equipo dejó una buena sensación para el futuro. Y en la Copa África de Naciones logró adjudicarse el título. Por ello, en el país del Golfo los senegaleses se entusiasman con dar pelea en la zona que comparten con Países Bajos, Ecuador y Qatar.
El líder del plantel es el estratega más exótico que cuenta la competición. Sus rastas causan sensación entre sus seguidores, pero lo más destacado es la capacidad que cuenta el entrenador para abrirle la puerta a sus colegas africanos.
Aliou Cissé, quien fue capitán de la selección de Senegal que llegó a los cuartos de final en la Copa del Mundo que se disputó en Corea y Japón en 2002, marcó el camino en Rusia con un pedido especial: “Soy el único director técnico negro en este Mundial. Espero que se sumen más en un futuro”, había dicho en plena conferencia de prensa. Y en sus argumentos dejó en claro que los protagonistas de su región deben tener más posibilidades: “Se ven muchos jugadores africanos en países europeos y en clubes importantes. Ahora necesitamos que los entrenadores africanos demos ese paso”.
Su voz se escuchó. A diferencia de lo que sucedió hace cuatro años, en Medio Oriente son 5 los estrategas africanos que están al frente de sus equipos. Además del ex volante senegalés, Jalel Kadri está a cargo de Túnez, Walid Regragui se destaca como DT de Marruecos, Rigoberto Song lidera el plantel de Camerún y Otto Odo se desempeña en Ghana. Es decir que en los combinados que históricamente fueron dirigidos por europeos, los africanos se ganaron un lugar.
“Tengo la certeza de que un día un país africano ganará la Copa del Mundo. Es un poco más complicado en nuestros países, porque tenemos realidades que no existen en otros continentes, pero creo que el continente africano está lleno de cualidades. Estamos en el camino, y estoy seguro de que Senegal y otros países africanos podrán ganar, al igual que Brasil, Alemania u otros países europeos”, explicó antes del inicio del certamen.
Cabe señalar que su equipo no contará con la estrella del Bayern Múnich, Sadio Mané, debido a una lesión que sufrió el delantero.
Cissé pudo crear un equipo veloz, pero no para atacar, sino para defender. La presión alta es vital en su estrategia, y una vez que se recupera la pelota, los volantes y los defensores lo hacen circular de punta a punta hasta encontrar los espacios. A pesar de la ausencia de su as de espadas, el combinado senegalés quiere dar el golpe en Qatar. Y para ello cuenta con el líder más exótico de la Copa del Mundo.
CARRERA
Aliou Cissé como jugador comenzó en Francia, en el Lille, luego jugó en el Sedam, PSG, Montpellier, Birmingham, Crystal Palace, Portsmouth y se retiró en el Nimes en el año 2009.
Cómo director técnico logró que la selección de Senegal logrará clasificar a Rusia 2018 luego de 16 años sin hacerlo, esta hazañas lo convirtió en el director técnico más joven en dirigir un mundial.
Para llegar al Mundial de Qatar, Senegal dejó afuera a la selección de Egipto luego de una intensa definición a penales que terminó 3-1.
La triste historia que marcó su vida
Aliou Cissé ha tenido una dura trayectoría ya que durante su etapa cómo jugador recibió un duro golpe, luego de jugar el Mundial de Corea y Japón 2002 y fichar por el Birmingham de Inglaterra, la vida le dió un dura noticia luego de perder a 12 familiares en el hundimiento del transbordador Le Joola.
El gran barco viajaba desde Ziguinchor a Dakar cuando se hundió a causa de una tormenta, la embarcación transportaba en ese momento al triple de personas superando su capacidad máxima.
En el considerado segundo mayor desastre marítimo civil de la historia, perdieron la vida 1.893 personas, sólo se salvaron 64 personas. Entre los fallecidos había 12 miembros de la familia Aliou Cissé, entre tíos, tías, sobrinos y primos.