Al Qaeda en la Península Arábiga, la rama del grupo militante con sede en Yemen, criticó a Qatar por “traer gente inmoral, homosexuales, sembradores de corrupción y ateísmo a la Península Arábiga” y dijo que el evento servía para desviar la atención de la “ocupación de los países musulmanes y su opresión”.
“Advertimos a nuestros hermanos musulmanes que no sigan este evento ni asistan a él”, decía la declaración, de la que informó el grupo de inteligencia SITE el sábado, un día antes de que el torneo se inaugure por primera vez en un país predominantemente musulmán.
Los organizadores del Mundial, en respuesta a las críticas sobre el historial de derechos humanos de Qatar, incluidos los derechos de los homosexuales, bisexuales y transexuales, así como las restricciones sociales, han afirmado que todo el mundo, sin importar su orientación sexual o su origen, es bienvenido durante el evento.
Qatar, un pequeño país de unos 3 millones de habitantes, en su mayoría trabajadores extranjeros, ha declarado que se ha formado a más de 50,000 personas para que se encarguen de la seguridad durante el Mundial, con fuerzas extranjeras que ayudan bajo el mando qatarí.