Hace diez días nos llevamos tremendo mazazo en el Valle del General con una dolorosa derrota en el debut del torneo, con una puesta en escena horrorosa con un equipo que no logró hacer un remate entre los tres palos sino hasta las postrimerías del cotejo. Se contaba con el hándicap que las nuevas incorporaciones no pudieron debutar por temas de permisos, pero la verdad el funcionamiento del equipo fue lamentable y varias figuras del equipo quedaron bastante tocadas entre ellas Walter Cortez, Marvin Angulo, Christian Bolaños, David Guzmán y Ariel Rodríguez.
Para el partido con Grecia FC el técnico Jeaustin Campos zarandeó el plantel y sacó de convocatoria a los dos primeros mencionados anteriormente y tanto Guzmán como Bolaños no vieron el partido de arranque.
Los morados fueron un equipo más efectivo y colectivamente se vieron mejor y lograron derrotar de manera contundente a los griegos. Puntos positivos fueron el joven Alvaro Zamora, Fabricio Alemán. El primero es un jugador desequilibrante a quien desde acá ya veíamos con mucho potencial y merecía una oportunidad desde hace tiempo. Fabricio ingresó de cambio como lo hacía su padre y logró perforar la red para sentenciar un partido que estuvo de cara siempre para los tibaseños.
El día domingo con el regreso a nuestra amada Cueva (lastimosamente seguimos jugando al 50%), se presagiaba una nueva victoria y así empezar a encaminar el equipo en las primeras posiciones del grupo. Al frente si bien es cierto teníamos a un enrachado Puntarenas FC, los morados ya tenían disponibles sus flamantes incorporaciones por lo que los tres puntos se presupuestaban en el casillero.
El devenir del partido fue vibrante e intenso. Los dirigidos por Campos apostaron por un 3-4-3 en donde el juego se desarrollaba con vértigo por las bandas sin mucha elaboración en medio campo. Los porteños sí fueron más fieles a la tenencia de balón y esto hizo que el primer tiempo estuviera cargado de ritmo y de emociones, sin embargo, las anotaciones no llegaron por las intervenciones de los guardametas o la falta de acierto de los delanteros.
Para la segunda parte el Saprissa abrió el marcador con su arma letal de ébano, el gigante Kendall Waston se elevó en las alturas para anidar el balón en la red. Con el partido de cara, el estratega Campos quiso cerrar el cotejo e hizo unas permutas que más bien dieron al traste con el colectivo morado.
La entrada de Bolaños, Guzman y Rodríguez en detrimento de Zamora, Paradela y Javon, hizo que se perdiera toda la fuerza en ofensiva y los morados empezaron a sufrir en defensa. Y en la última jugada una pésima salida del guardameta suplente Chamorro regaló dos puntos de oro.
Una vez más el Saprissa inicia el torneo con un porcentaje de rendimiento inferior al 50%. El equipo ha ido trayendo figuras que elevan su potencial, sin embargo, aún mantiene en planilla jugadores a quienes les queda grande la camisa (Cortez, Chamorro, Hadden) o jugadores que ya cumplieron su ciclo (Ariel, Angulo). Hay esperanza por ese tridente ofensivo que se vio ayer, más estructuralmente el equipo sigue adoleciendo de los mismos problemas del pasado.
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