Las rondas semifinales comenzaron temprano a las diez de la mañana, cuando los equipos de la Escuela Presbítero Ricardo Salas de Heredia enfrentó a la Central San Sebastián.
Los heredianos se pusieron en ventaja con un gol de Luis Efraín Valverde al minuto 8 de juego, a pesar de que el cuadro josefino dominaba las acciones del encuentro. La presión de la Central San Sebastián continuó hasta que consiguieron el empate por medio de su figura Christian Jiménez.
La segunda parte fue una disputa en la mitad de la cancha, y no fue hasta la tercera, cuando en las postrimerías del partido Kenneth Castro lograría el gol que les llevaría a la final.
En la segunda semifinal, la Escuela de Miravalles de Cartago enfrentó a la Escuela de San Juan de Alajuela. Miravalles se puso adelante en el marcador con un gol de Pablo Hernández en el primer tiempo.
En el segundo periodo, la Escuela de San Juan logró nivelar las acciones, consiguiendo el gol del empate por medio de Óscar Arias. Entradas duras y jugadas de peligro caracterizaron los minutos restantes pero sin la llegada de más goles. Fue hasta en los penales que la Escuela de San Juan logró derrotar a sus rivales y llegar a la gran final.
Llenos de ansias y nerviosismo, los jugadores de ambos cuadros finalistas se entregaron desde el primer minuto, para conseguir el anhelado trofeo de campeón.
Como sucedió en el partido de semifinal, a pesar de que la Escuela de San Sebastián dominaba las acciones, se vio sorprendida por un golazo del alajuelense Juan Carlos Sibaja. No obstante su reacción fue rápida y antes de terminar el primer periodo lograron darle vuelta al marcador con dos goles de sus principales figuras, Christian Jiménez y Kenneth Castro.
En la segunda parte la Escuela de San Sebastián amplió su ventaja con un gol de Michael Solano, que les dio la tranquilidad para manejar el resto del partido; tranquilidad que a la postre les ayudaría a marcar el cuatro y definitivo gol, de nuevo conseguido por Christian Jiménez, desde los once pasos.
El equipo de la Escuela Central de San Sebastián se queda de esta manera con la Copa Samsung luego de un arduo y merecido trabajo donde dejaron muy en lato el nombre de su provincia y de su institución en un torneo que sirvió para demostrar el futuro talento costarricense, bajo una organización de primer nivel.