El gerente manudo entre otras cosas, envió indirectas a la directiva florense, al decir que era curioso como a Alajuelense se le estaba haciendo difícil competir en la parte económica contra el Herediano para contratar jugadores.
Jafet Soto, fiel a su estilo envío muchos dardos de vuelta a Alajuelense, pero también citó algo interesante. Al ser consultado de como pagaban a los jugadores de Herediano, Soto manifestó que se les pagaba por depósito bancario en el Banco Nacional pero también dijo que no veía nada malo en sacar el dinero en efectivo y dárselo a los jugadores. "No es ningún pecado", dijo.
También en declaraciones recientes al periódico La Nación el directivo Alajuelense, Federico Calderón, sin referirse a ningún equipo en particular, denunció en los equipos de futbol, la existencia de mecanismos de pago a jugadores con el fin de evadir entre otras cosas, la cantidad de dinero al pago de cargas sociales que deben hacer los equipos.
Pero entonces ¿Cuáles son las consecuencias del pago incompleto de las cargas sociales? A continuación les ofrecemos una explicación para entenderlo bien.
Las cargas sociales que pagamos los costarricenses tienen varios rubros. En el caso del Régimen de Pensiones de Invalidez, Vejez y Muerte, este es un sistema donde tanto el patrono, como el estado y el trabajador aportan un porcentaje de dinero mes a mes con el fin de llenar un fondo solidario que le permite al trabajador disfrutar de una pensión digna en caso de invalidez o vejez o bien dejar una pensión a la familia en caso de su muerte.
El monto se deduce del salario del jugador en este caso. En otras palabras mientras más alto sea el salario, mayor será el aporte del trabajador y el patrono, pero también será mayor la pensión con un tope de 1,2 millones por mes.
Un ejemplo clásico de estos problemas de reporte de salarios sucedió en el 2006 con la muerte del jugador de Brujas Whayne Wilson en un trágico accidente de tránsito.
En ese momento el desaparecido Club Brujas reportaba a la Caja del Seguro Social que Wilson ganaba 107 mil colones mensualmente. Al fallecer de acuerdo con lo que dice la ley, se le asignó una pensión a sus hijas de apenas 8 mil colones mensuales hasta que cumplieran los 25 años.
Aquí está la primera consecuencia directa sobre los jugadores y sus familias a futuro: se ven afectadas sus propias pensiones.
Otra consecuencia es el seguro de salud, el cual cubre la atención hospitalaria, citas médicas, cirugías, y medicamentos tanto al jugador como a su familia. En caso de que un club incurra en morosidad, pone en riesgo la oportuna atención médica que deberían recibir pues la Caja esta en potestad de negarla a trabajadores de clubes morosos.
Absolutamente todos los equipos de primera división se han visto afectados por el impago de cuotas de cargas sociales, llegando a deber cifras astronómicas de incluso 1000 millones de colones en Alajuelense y Saprissa.
Los mecanismos que se han denunciado son varios: simplemente no se cancelaban e incurrían en morosidad. También en algún momento se utilizó la figura de ¨derechos de imagen¨ aparte del salario del jugador para evadir pago de cargas sociales. Para esto, la Sala I de la Corte Suprema se tuvo que manifestar y aclaró que los derechos de imagen debían pagar cargas sociales porque eran parte del salario del jugador.
También se han denunciado la existencia de reportes de planillas baratas en la mayoría de los clubes de primera división. Según un estudio hecho por La Nación en el 2016, solamente Saprissa y Alajuelense reportaban planillas por encima de los 100 millones mensuales, luego todos los demás equipos reportaron 31 millones mensuales o menos.
Ahora saltan como probables mecanismos: el pago en efectivo a los jugadores, o las transferencias internacionales donde se depositan los salarios en cuentas de países como Panamá y Guatemala y así no reportar el salario completo a la Caja del Seguro Social
Aunque le toca a un tribunal de Justicia determinar si esto es ilegal o no, lo cierto es que los más afectados eventualmente podrían ser los mismos jugadores y sus propias familias si en verdad existen estos mecanismos de evasión que se utilizarían con el fin de inflar salarios de los jugadores.
Viendo este repaso, se deja en evidencia que lo dicho por Jafet Soto es incorrecto: llevar un saco lleno de dinero y repartirlo efectivamente es un mecanismo que podría servir eventualmente para evadir pago de cargas sociales.