Con buen fútbol, derrochando talento y con muchísimas emociones de principio a fin, así se vivió la gran final de la III edición del Campeonato Infantil Scotiabank – FEDEFUTBOL, en donde se galardonó a la escuela María Auxiliadora con el trofeo que los acreditó como campeones de la competencia.
Un terreno de juego en perfectas conficiones, dos barras totalmente identificadas con sus equipos, 20 niños ansiosos y dispuestos a darlo todo, fueron la combinación perfecta para una mañana de buen fútbol, que arrancó con el calentamiento y los actos protocolarios.
La charla técnica para ver los últimos detalles previo al inicio del cotejo llevaba el mensaje claro de cada técnico de: “todos queremos ganar, pero sobre todo deben disfrutar lo que hacen”, algo que los niños cumplieron a cabalidad.
El árbitro arrancó con el encuentro al ser en punto las 10:30 a.m. y los nervios, ansias e ilusión eran palpables, sentimientos que poco a poco se fueron controlando conforme transcurría el partido.
Ambos equipos mostraron gran calidad y ofrecieron un encuentro de poder a poder desde el primer minuto y hasta el cierre.
El marcador lo abrió la escuela María Auxiliadora con anotación de Adriel Pérez, pero segundos más tarde Matías Pérez, del centro educativo Adolfo Jiménez de la Guardia, igualó las acciones.
Para el 2-1 Adriel Pérez volvió a hacerse sentir, pero el empaté llegó minutos más tarde con intervención del alajuelense Dylan Marín.
Cuando todo parecía que se alargaría el duelo hasta los lanzamientos desde el punto de penal apareció el goleador del torneo y pieza clave de la escuela de Coto Brus, Santiago Beita, quien con propiedad disparó a marco y sumó el definitivo 3-2.
El María Auxiliadora no solo se dejó el trofeo de campeones, debido a que el premio a mejor jugador, goleador y mejor guardameta también quedó entre las aulas de esta institución.
Mientras que el galardón a la mejor jugadora se le otorgó a la niña Janina Arguedas de la Pan American School.
“No ha sido un torneo fácil, si bien es cierto ganamos varios encuentros de manera holgada cada encuentro, en tractos, se tornaban complicados, por eso me siento muy orgullo de los niños y niñas, así como de la madurez que mostraron durante el campeonato”, dijo Oldemar Espinoza, entrenador de la escuela ganadora.
Los dos centros educativos que tuvieron el privilegio de jugar el partido final se concentraron en el hotel de la Federación Costarricense de Fútbol (FEDEFUTBOL) y fueron atendidos como seleccionados. Como parte de incentivar los valores entre estos niños también tuvieron un convivio en la noche al disfrutar de una película en Cinépolis.