Los morados, a principios de los años 2000, atravesaban un momento muy complicado en la parte económica y el club corría el riesgo de desaparecer. De todo eso estaba enterado Alarcón, quien fue el que le realizó la propuesta a Vergara.
“En ese momento yo estaba como gerente de Chivas y leía los periódicos de Costa Rica, estaba al tanto de la situación del Saprissa, me puse en contacto con Manuel Muñoz Alemán (Director de comunicación de Saprissa) y me contó la gravedad del asunto”, contó Alarcón.
“En enero del 2002, yo me topé a Jorge Vergara un día que venía saliendo del gimnasio y le dije que si no le interesaba comprar otro equipo de futbol en Costa Rica y él me respondió ‘solo si es Saprissa’…, pues ese es le contesté”, agregó.
Luego, tras otros contactos con Manuel Múñoz y en donde también intervino Hernán Medford,
las negociaciones fueron por buen camino y al final Saprissa logró renacer hasta llegar a conseguir un tercer lugar en el Mundial de Clubes.
Alarcón señala que su mejor época como dirigente fue con los tibaseños y dice haber aprendido mucho de Vergara: “La experiencia con él fue maravillosa, para mí fue un maestro, principalmente en el tema del mercadeo, es una persona muy creativa”.
El actual gerente de Jicaral tiene un vínculo muy especial en Costa Rica. Antes de que se diera su llegada a Saprissa ya había conocido el país por otros asuntos laborales. Además, su ex esposa nicaragüense e hijas, se habían venido a vivir a suelo tico.
“Es un país que siempre me trato muy bien, estoy muy agradecido, deseo llegar ya para ponerme a trabajar con Jicaral”, concluyó.