El ex presidente de la Asociación Deportiva San Carlos, Ronald Solís, es uno de los ex dirigentes norteños que están contentos con lo que actualmente vive la institución. Sin embargo, recuerda los periplos que él y otros colegas vivieron en antaño para sacar el club adelante.
Solís recordó por ejemplo, dos historias con futbolistas que marcaron su paso por el club; con Johnny Cubero y con Álvaro Sánchez.
“Hemos vivido experiencias muy duras y muy bonitas. Por ejemplo una muy difícil cuando fui a Guatemala a firmar a Johnny Cubero, un jugador que había dejado su huella acá y la afición lo pedía. Dimos la noticia con contrato firmado en mano y nunca vino, él se burló de nosotros, quedamos mal, peleamos legalmente pero no se llegó a nada”
“Recuerdo otra triste anécdota cuando Álvaro Sánchez nos abandona, nos deja botados y más bien nos demanda con una historia falsa… Él apareció de un momento a otro entrenando con la Liga y tenía contrato con nosotros, acabábamos de renovar. Con ayuda de Raúl Pinto, entonces presidente, fueron y presentaron una denuncia a los tribunales porque según él tenía cuatro meses de que no le pagaban y una jueza le dio una medida cautelar para que iniciara labores con Alajuelense. Eso fue totalmente falso y hasta da cólera acordarse de eso”
“A él se le había mandado a la MLS y a China. En China porque era muy frío y le hacía falta la señora, no aceptó una oferta en la que San Carlos se iba a ganar 500 mil dólares”, destacó Solís en declaraciones a www.everardoherrera.com.
Dolores de cabeza para recaudar fondos
Solís, así como otros ex presidentes, vivieron situaciones complicadas cuando no existía tanta inversión económica como sucede hoy en día.
Él por ejemplo, se involucró en la compra de tres vehículos para rifarlos con acciones, sin embargo en primera instancia los resultados no fueron los deseados.
“El tema en la mente de un dirigente es el dinero. Hay que pensar en cómo traer dinero. En un momento se compraron tres vehículos Toyota Yaris, con acciones a ¢10 mil, todos los planes para que la gente los comprara, pero se vendieron pocas, apenas para pagar los carros. Tuvimos la dicha de que uno de los carros le quedó a la institución y eso le quedó a la institución”, contó.
Solís también recordó otra anécdota que vivió en algún momento William Kopper, quien también tuvo su etapa como jerarca de la institución.
“Hay una historia de un baile organizado para recaudar fondos. William Kopper (ex presidente) hizo un baile en el Balneario San Carlos con el grupo Marfil y no llegó gente. Solo había como diez personas y el conjunto no quiso tocar porque eran solo diez personas. Al final sólo quedaron William Kopper, Mercedes Chacón, Sergio Chaves y su esposa. William Kopper los hizo tocar las cinco horas para solo ellos bailar. Ese por ejemplo, fue un evento que dejó pérdidas”, explicó.
Solís está feliz por lo que vive actualmente el equipo. “Yo estoy muy feliz por lo que están viviendo mis amigos en el club. También estoy feliz porque mi hija está en el club y es la nutricionista desde hace tres años, se llama Sofía Solís”, mencionó.