Este domingo en el juego entre Alajuelense y la Universidad de Costa Rica en el estadio Alejandro Morera Soto, se disputará el último compromiso con césped artificial en la casa manuda.
Los rojinegros juegan en campo sintético como locales desde el año 2009, y luego de ocho años la junta directiva de los erizos decidió sustituir la grama actual, por una cancha natural de primer mundo.
Los jugadores y afición venían desde hace un buen tiempo solicitándole a la directiva el cambio. Vaya manera de complacerlos, debido a que contarán con una tecnológica que jamás se ha implementado en el continente.
Los manudos serán el primer equipo en América que cuenten propiamente en su recinto deportivo con una cancha híbrida. Son 90% de pasto natural que nace en una base sintética y al crecer, las hebras se entrelazan, formándose el híbrido.
En el Centro de Alto Rendimiento ubicado en Turrúcares ya el equipo cuenta con una cancha exactamente igual a la que tendrán en el Alejandro Morera Soto, a partir del campeonato Invierno 2017.
El propio jerarca dijo en su cuenta de Twitter que este domingo se hará el anuncio oficial sobre el cambio de gramilla en el Morera Soto.
Este viernes, Ocampo volvió a generar expectativa desde su cuenta de Twitter, confirmando que el Morera Soto tendrá una cancha híbrida muy pronto.
Inclusive, al tener ya una cancha híbrida disponible, no afectaría la pretemporada del equipo.
"Eso nos permitiría que un equipo esté entrenando en una cancha en Turrúcares y que estemos cambiándola en Alajuela. Puede haber un lapso de partidos ahí, pero es de las cosas a analizar; una de las opciones es sembrarla directamente en el estadio, que no tendría ninguna consecuencia negativa con respecto a llevarlo, es una cuestión de tiempo", había comentado Cubillo.
Si se le da el mantenimiento necesario, una cancha híbrida puede tener una vida útil de hasta diez años.