El primer equipo del Deportivo Saprissa atraviesa un momento muy complicado.
La temporada pasada la escuadra tibaseña se fue en blanco en títulos. En esta campaña quedaron eliminados en la fase de grupos de la Copa Centroamericana y en el Torneo de Apertura suma 10 puntos de 21 disputados.
En los últimos tiempos son pocos los jugadores morados de ligas menores que han metido presión en busca de ganarse un campo en la máxima categoría.
Recientemente el entrenador costarricense, José Luis Torres, estuvo observando al equipo Sub-21 de Saprissa y quedó defraudado.
"Lo que se ve en cancha es una mezcla de desconexión, falta de carácter competitivo y un modelo de juego sin claridad", señaló Torres.
Recientemente Roy Myers asumió la dirección técnica del equipo Sub-21 saprissista en lugar de Marco Herrera, quien pasó a convertirse en asistente técnico de Vladimir Quesada en el primer equipo.
Aquí el comentario de José Luis Torres:
Hoy vi la Sub 21 de Saprissa. Es realmente desalentador ver jugar a la Sub-21 de Saprissa y notar lo lejos que está de ser un verdadero semillero de talento para el primer equipo.
Lo que uno esperaría de una cantera como la morada es identidad, hambre, técnica y personalidad… pero lo que se ve en cancha es una mezcla de desconexión, falta de carácter competitivo y un modelo de juego sin claridad.
Cuesta entender cómo un club con tantos recursos, historia y estructura ha llegado a este punto de estancamiento formativo.
El problema no es solo que no estén saliendo figuras destacadas, sino que parece haberse perdido la filosofía de formar jugadores integrales que puedan sostener el legado saprissista.
Si la Sub-21 es el reflejo del futuro inmediato del club, entonces hay razones legítimas para preocuparse.
La crisis en la producción de talento ya no es una sospecha: es una realidad evidente que exige autocrítica profunda y cambios urgentes desde la base. Porque sin una cantera sólida, el modelo deportivo de Saprissa pierde su alma.
*José Luis Torres dirigió en Costa Rica a equipos como Brujas FC, Carmelita, Aserrí y Uruguay de Coronado.