La Primera División del fútbol costarricense vive un episodio sin precedentes. Dos equipos históricos del campeonato nacional, Guanacasteca y Santos de Guápiles, han sido desinscritos por la Unafut tras perder su licencia de competencia.
Esta situación terminó dejando en el limbo a casi medio centenar de futbolistas profesionales que, desde ahora, pueden considerarse agentes libres.
La medida responde a la revocación definitiva de la licencia otorgada por el Comité de Licencias de la Fedefútbol, organismo que detectó múltiples incumplimientos administrativos y financieros en ambas instituciones. Ante la imposibilidad de competir, la Unafut optó por liberar los contratos registrados en su sistema para no dejar a los jugadores atrapados en un vacío legal.
“El objetivo es salvaguardar el derecho al trabajo de los futbolistas, permitiéndoles buscar opciones en otros clubes mientras se resuelve la situación de fondo”, indicó la Unafut en un comunicado oficial.
Desmantelamiento total en Guanacasteca
En el caso de ADG, el golpe fue profundo. Con un total de 24 jugadores desinscritos, la planilla pampera quedó completamente desarticulada en medio de las dudas de en qué quedará el equipo chorotega que vio como se le apagaba la esperanza de permanecer en la Primera División.
Jugadores de ADG que quedaron libres
Johan Venegas (ya fichado por Cartaginés)
Johnny Leverón
Roy Smith
Heyreel Saravia
José Pablo Córdoba
Starling Matarrita
Pedro Leal
Douglas Forvis (portero)
Además de otros como José Ugalde, Jordy Hernández, Jairo Mejía, Justin Morales y Greivin Méndez, entre otros.
Este éxodo masivo representa no solo la pérdida de competitividad del club, sino también el desafío inmediato de reconstruir un equipo desde cero, en medio de una profunda incertidumbre legal y analizar cuál será el próximo paso a cumplir por el equipo.
Santos también sufre el éxodo
En Guápiles, la situación no es menos crítica. Aunque Unafut no divulgó públicamente la lista completa, se confirmó que jugadores como Kenneth Cerdas, Miguel Ajú, Darryl Parker y Berny Burke también fueron desvinculados oficialmente. Varios de ellos ya habrían iniciado contactos con equipos de la Liga de Ascenso o del extranjero, a la espera de cerrar nuevas vinculaciones.
¿Hay alguna salida para ADG y Santos?
Las directivas de ambos clubes no se rinden. En el caso de Guanacasteca, su gerente general Leonardo Cova informó que interpusieron un recurso ante el Tribunal de Conflictos y Apelaciones del Icoder, con la esperanza de revertir la pérdida de licencia. No obstante, desde la Fedefútbol se advierte que la gestión podría no prosperar, debido a las deudas que el club aún mantiene con la Caja Costarricense de Seguro Social.
Mientras tanto, ADG convocó a jugadores juveniles para intentar mantener vivo el proyecto deportivo, aunque su participación en el próximo torneo sigue siendo una incógnita.
Una mancha para el fútbol nacional
Lo ocurrido con ADG y Santos no solo representa una tragedia institucional para ambos clubes, sino una advertencia severa sobre los estándares financieros en el fútbol costarricense. La falta de control interno, la morosidad fiscal y la débil planificación administrativa han terminado por cobrarse dos víctimas en pleno receso de campeonato.
La desinscripción masiva de jugadores también pone en evidencia la fragilidad de la seguridad laboral en el fútbol nacional, dejando a decenas de profesionales —algunos con familia y años de carrera— en búsqueda urgente de una nueva oportunidad. Mientras tanto, la Primera División se prepara para arrancar el próximo torneo con dos participantes menos… y muchas lecciones por aprender.
MÁS INFORMACIÓN