Joshua Parra ha pasado por una gran prueba de vida en el último año luego del grave accidente de tránsito que sufrió en Cuatepeque, Guatemala. Ahora el futbolista esta totalmente recuperado y volviendo a disfrutar del fútbol.
Parra, de 23 años, asegura que el accidente que sufrió el 27 de agosto del 2023 le sirvió no dar por sentado nada en la vida y ver a un futbolista distinto.
"Sí, claro, creo que fue un momento muy complicado, la verdad que como todo accidente uno no se lo esperaba, pero creo que hoy en día a pesar de que fue algo malo, algo que ninguno esperaba, pensaba que iba a pasar, creo que hoy en día me ayuda mucho, me ayuda mucho a valorar muchísimas cosas más, a disfrutar más del deporte que tanto amo y vivir el día a día, creo que fue un momento muy complicado para mí, para toda mi familia, las personas cercanas a uno", expresó Joshua.
El jugador también explicó que el proceso de volver al fútbol ha sido complicado debido a las lesiones que sufrió, pero con mucha fisioterapia y trabajo psicológico consiguió volver al jugar.
“Sí, creo que realmente esa ha sido la etapa más difícil, realmente, ha sido una la etapa muy difícil porque, como le dije anteriormente, los doctores me daban a mí para jugar un año, año y medio, más o menos. A los seis meses ya ellos me dieron el alta médica y me permitieron integrarme a un equipo, pero como para entrenar, para estar con el grupo, para ver cómo yo actuaba, porque al principio me costaba interactuar con personas, digamos, me costaba interactuar con personas, andaba así como como perdido y entonces más que todo por un tema psicológico me mandaron así como eso, para yo compartir con personas, estar en un camerino y la verdad que gracias a Dios muchas personas se acercaron a mí para ayudarme, muchos directivos, muchas personas de equipos y uno de esos fue Santos de Guápiles, que fue donde yo hace seis meses me fui para ahí, don Víctor Cordero, que es una persona muy especial, que él estuvo ahí, me llamó y me dijo que él quería integrarme ahí al equipo, que yo estuviera, que él me iba a ayudar para que yo mejorara, para que estuviera con el equipo, para que entrenara con el equipo y si se da la posibilidad de jugar, pues yo he jugado y así fue, creo que eso sí, al principio realmente, como le digo, me costó demasiado, me costó mucho la parte futbolística, entonces yo fui, entrenaba solo, a veces me metían con el equipo y así, pero realmente me costaba mucho, la parte cognitiva era muy muy difícil para mí, a veces yo estaba en la cancha y como que me perdía, llegaba un momento en que me perdía, muchas veces de los entrenos yo salía mareado, o sea, fue algo muy muy difícil, que sea como sea, al final ahí luché contra esas cosas y por dicha pude hasta jugar cuatro partidos con Guápiles”, manifestó.
"Después de Santos viene lo de Carmelita, ahí es donde se acaba el campeonato y yo siempre he sido una persona muy autocrítica, yo siempre, y creo que, como yo le dije a mi familia, con tan solo el hecho de yo volver a jugar, de volver a, yo soy feliz, o sea, después de ahí no importa ahí lo que sea, yo lo hablé con ellos y les dije, haciendo un análisis de lo que este campeonato me ha llevado, yo sé que tenía que iniciar de a poco, de ir con todo, pero yo les dije a ellos, yo realmente no estoy preparado para competir a muy alto nivel, no estoy preparado, no quiero decir que segunda no sea de alto nivel, porque es de muy alto nivel, pero creo que Carmelita es donde yo salí, son personas donde yo tengo la confianza de ellos, ellos tienen la confianza mía y ellos también me ayudaron y yo le dije a mi familia, yo creo que aquí lo mejor es que yo me vaya a jugar un campeonato en segunda división, porque para estar a alto nivel yo no estoy preparado, yo no me siento preparado, no me siento bien y yo lo que ocupo es ir a ganar confianza, el entrenador yo lo conozco de hace muchos años, él me va a dar la confianza, ocupo minutos para jugar y yo creo que esa es la mejor opción y al día de hoy creo que no me equivoqué, yo le puedo decir que estamos a una fecha de terminar el campeonato y yo creo que yo ya estoy casi al 100%, ya ahora sí me siento bien, me siento que puedo competir, he jugado todo este campeonato, creo que he jugado los 90 minutos y me he sentido bien, llevo bastantes goles y creo que ahora sí me siento preparado para, Dios quiera que me salga para poder dar el salto a primera edición otra vez, que esa es mi ilusión realmente", agregó.
El futbolista, de igual forma, señala que su deseo por volver a jugar fue fundamental en el proceso de recuperación y que así se lo hicieron saber los médicos.
"Los doctores nos lo pusieron así, de hecho mi mamá viajó hasta allá porque era casi a despedirse, pero acá estoy y gracias a Dios como le digo estoy bien y creo que algo que a mí me marcó mucho era mi mamá decía que cuando yo actúa como niño yo a ella le decía que yo quiero volver a jugar fútbol, yo quiero jugar fútbol, yo quiero estar yo quiero estar bien para ya poder jugar fútbol y creo que eso fue como como lo que a mí me impulsó, lo que a mí me dio las fuerzas para yo recuperarme creo que psicológicamente me lo dicen los doctores con muchos psicólogos y ellos me dicen eso, que eso a mí me ayudó muchísimo de saber que yo quería volver a jugar, que el deporte es algo que yo amo y para mí es un nuevo inicio, yo lo veo así, es como un nuevo inicio y creo que es un Joshua más fuerte, es un Joshua más fuerte, disfruta cada día que va a entrenar, hace las cosas al cien, creo que es un momento ahorita me siento en un momento muy bueno, creo que me siento bien, me siento psicológica, táctica, técnica, mental muy fuerte para volver".
Joshua también agradece mucho al preparador físico Marcelo Emanuel, quien ha sido un pilar fundamental para que vuelve de la mejor forma al fútbol.
"El preparador físico, creo que eso fue como un ángel que Dios puso ahí porque usted lo conoce muy bien, como dice, él es una persona muy muy preparada, que ya tiene muchísimos años en el fútbol y creo que él ha sido un pilar fundamental para que yo hoy en día esté casi al 100%, él me ha ayudado, me ha sacado lo mejor de mí, ha trabajado, me manda trabajos por aparte, me ayuda en todo y creo que es alguien muy importante que aprecio mucho, que gracias a Dios lo puse en mi camino y he aprendido muchísimo de él y él me lo repite y me lo pasa repitiendo desde que estoy en Carmelita, usted tiene que volver, tiene que volver al mejor nivel pero para eso hay que trabajar, hay que hacer siempre eso y creo que es una persona muy importante que se ha puesto aquí ahorita para yo volver a donde era", manifestó Parra.
Joshua Parra desea tener una nueva oportunidad en la Primera División y aunque, de momento, no ha recibido más que acercamientos, espera que las puertas se le vuelvan a abrir.
"En otro, al día de hoy, les soy sincero, al día de hoy todavía no he tenido, si han llegado personas como a preguntarme, Joshua, cómo estás, cómo te has sentido, pero digamos, así como que yo diga, me han llamado como para unirme a un equipo así, al día de hoy no realmente, pero el campeonato ahorita todavía es joven, normalmente cuando uno lo llama, se ha acabado el campeonato, cuando ellos ya analizan quién va a seguir quién no, creo que ahí siempre, de hecho, antes de yo llegar a Santos, se me acercaron cuatro equipos, me decidí por Santos de Guápiles, pero gracias a Dios cuatro equipos, y en ese momento que no estaba al 100, ahorita primero Dios, y yo creo que así va a ser, que si se me van a acercar varios equipos, pero al día de hoy, algo así en concreto, aún no", finalizó.
El accidente que le marcó la vida
¿Cómo se dio el accidente que sufrió en Guatemala?
Eso fue por ahí de las de las 7:40 de la noche, el 27 de agosto del año pasado. Siempre nos reuníamos los extranjeros, más que todo, como estamos allá sin nuestras familias. Nos fuimos a cenar, siempre normalmente nos íbamos a cenar y así o almorzar. Esa noche nos fuimos a almorzar. Realmente, como todo pasó así, tan rápido, nosotros llegamos al restaurante, estábamos comiendo ese día y creo que eso fue como lo único que yo recuerdo, digamos, porque de ahí ya a mí se me fue todo.
Después dicen que pasó que terminamos todo, de cenar ahí tipo 8:10 por ahí y después nos devolvimos a nuestras casas. ¿Usted venía caminando? No, no, en motocicleta, eso fue en motocicleta. Realmente lo digo así porque muchos saben que nosotros los deportistas en motocicleta no podemos andar ni nada, pero ese era el medio de transporte allá, digamos, para los que no conocen, digamos que ese era el único medio de transporte ahí. Hasta llegó el punto que nosotros nos dieron una y yo la compartía con un uruguayo, que él era el que manejaba normalmente. La verdad que sí, me quitaba con eso. Y ese día era motocicleta, nosotros nos devolvimos.
Yo vivía a los 300 metros, 400 metros. Ese día yo llegué caminando, pero de vuelta mis compañeros me insistieron a que no, que ellos me llevaban porque era un poco tarde, ya eran las ocho y veinte de la noche. Era un poquito peligroso y que no podíamos andar mucho solos y así.
Y a lo que ellos me cuentan, porque como le digo, yo ahí perdí la conciencia porque no recuerdo nada, porque como todo lo mío fue en la parte cerebral. Cuando nosotros nos devolvimos, al final ellos insistieron tanto que yo me monté con ellos, con uno de ellos, que era un guatemalteco. Y veníamos de regreso y de regreso en una intersección nosotros íbamos a doblar bien.
Un carro nos dio el paso para que nosotros pudiéramos doblar y por el lado derecho de la vía venía un policía a gran velocidad y nos impactó de medio lado. El que se llevó el impacto fue una parte de atrás donde yo estaba y ahí fue donde yo me llevé todo el golpe. Él venía en estado etílico, para que usted vea cómo era todo allá. Era un policía que venía en estado etílico y me agarró una parte de atrás a mí. Yo caí, yo ni casco andaba en ese momento, imagínese.
Yo, toda la parte mía fue en la parte cerebral. Ahí fue cuando tuve tres edemas cerebrales, cinco fracturas en el cráneo, me quebré el maxilar derecho y ahí fue donde estuve bien complicado. Llegué al hospital consciente, pero después como que me tuvieron que meter a un coma inducido y estuve por lo menos una semana ahí en un coma inducido.
¿Después de estar en Coatepeque, lo enviaron a Ciudad de Guatemala para un tratamiento mejor o no?
No, no. Todo me lo trataron ahí en el hospital de Coatepeque. Creo que mi mamá tuvo que viajar. Mi mamá se da cuenta por un vídeo que circula en redes sociales. Así se dio cuenta mi mamá. Luego ella llama a mis compañeros de allá, por dicha yo le había dado los números de algunos por si algún día pasaba algo así. Y se comunicó con ellos y mi mamá viajó.
Mi mamá dice que yo subí en el hospital y me atendieron muy bien. Todas se enfocaron como en mi persona para que todo saliera bien, pero sí era un hospital que no tenía muchas condiciones. Entonces cuando yo logró despertar bien ya todo, la conciencia digamos, bueno conciencia no porque la conciencia yo volví como a lo que yo recuerdo, fue como a los tres meses después, pero cuando yo logró reconocer a mi mamá por ahí de una semana y media más o menos de que ella estuvo ahí, la idea era esa, que a mí me trasladaran al hospital de Ciudad de Guatemala, pero por las complicaciones que yo tuve no me recuperaba y era muy peligroso porque de ahí a la capital eran por lo menos siete horas, entonces era muy complicado el traslado.
Pero no, de ahí me mantuve, me hicieron las cosas bien gracias a Dios y después de ahí ya tuve el viaje acá a Costa Rica cuando ya estuve yo un poco mejor y aquí llevé los tratamientos en la parte privada.
¿Tratamiento de rehabilitación, de terapia y demás?
Sí, mira, te cuento. Yo tenía que iniciar todo de cero. A lo que me cuenta mi mamá, porque como le digo, yo a los tres meses fue como que volví a mi conciencia. Yo quedé como un niño, digamos, yo no recordaba muchas cosas, no reconocía a muchas personas, yo andaba y actuaba como un niño.
Yo tenía que, desde un principio yo tenía que empezar, el miedo de ellos era que yo tenía que empezar de cero, empezar a caminar, empezar a hablar de nuevo, a todo, porque fue muy grave, pero gracias a Dios así no fue. Entonces sí fue más que todo como como terapia, la terapia para en toda la parte neurológica, para ver cómo yo iba mejorando cada día y gracias a Dios fue así. Mi recuperación iba a ser para un año y así y ya los seis meses, gracias a Dios, me dieron de alta.
