Después del paso de Alejandro Morera Soto y unos pocos jugadores costarricenses más por la primera división española en la década de los 30, debieron transcurrir 27 años para que otro hijo de esta pequeña nación centroamericana dijera presente una vez más en aquella liga tan apetecida en Europa.
Carlos ‘Cayaca’ Marín dejó las filas del CS Herediano y viajó a ‘la Madre Patria’ para enfundarse la camiseta granota del Real Murcia, gracias a las gestiones del médico hispánico don Eduardo Toba Muiño, su ex técnico en el conjunto florense y en la Selección Nacional. Con Marín viajó otro valor herediano, Juan Garita, sin embargo este último tendría poca acción en amistosos y nula participación en el campeonato español.
‘Cayaca’, un fornido volante de gran despliegue físico en el campo, tenía como principal arma su potente pierna derecha, mediante la cual tenía acostumbrada a la afición nacional a apreciar sus ‘Cayacazos’, fortísimos remates desde cualquier sector del terreno de juego que ponían en aprietos a todo guardameta que “osara” ocupar la portería rival.
Así, el tico se sumó a un modesto equipo recién ascendido a ‘la Liga de las Estrellas’, que tras nueve fechas contabilizaba cuatro victorias, un empate y cuatro derrotas, por lo que marchaba en la mitad de la tabla; si bien, lejos de la lucha por la clasificación a competiciones internacionales, pero despreocupado por el tema del descenso… es decir, aquel era un muy esperanzador panorama para que nuestro representante futbolístico hiciera su debut oficial. Y tal oportunidad se le presentó el 24 de noviembre de 1963, cuando el estratega checoslovaco Ferdinand Daucik lo incluyó en el once inicial que se paró en la gramilla del Estadio El Arcángel, escenario donde los locales del Córdoba CF recibieron al cuadro murciano.
Entonces, inició el juego en el que la máxima categoría española volvió a contar con un costarricense, sin embargo sobrevino la mala suerte para el protagonista de esta historia… Y es que muchas veces el fútbol, así como la vida, presenta desafortunados imprevistos que terminan cayendo como auténticos baldes de agua fría, y ese pareció ser el caso de ‘Cayaca’ Marín, por cuanto un lamentable tirón en su pierna derecha -sí, la misma de los ‘Cayacazos’- le hizo abandonar momentáneamente las acciones cuando el reloj apenas marcaba 8 minutos de partido… Valga aclararle al estimable lector de everardoherrera.com que en ese tiempo no existían las sustituciones en duelos oficiales, por lo que si un equipo perdía una ficha por lesión, debía continuar bregando con un hombre menos, así el encuentro tuviera un minuto de iniciado.
Carlos Marín, lejos de darse por vencido, y negándose a dejar a sus compañeros en inferioridad numérica, solicitó la atención médica, por lo que después de un masaje en su extremidad, seguramente con alguno de los ungüentos que existían en la época, reapareció unos minutos más tarde con ayuda de una muslera, y de nuevo a luchar en el mediocampo del Murcia hasta que concluyó la primera mitad, con saldo de derrota parcial por la mínima.
En el descanso, lo acostumbrado: indicaciones tácticas de Daucik, y más calentamiento para ‘Cayaca’, quien inició la etapa complementaria con una cada vez más evidente molestia en su pierna, la que arrastraba y forzaba entre pique y pique, para asombro de una afición rival que al tiempo que empezaba a conocer el juego del centroamericano, admiraba y reconocía su valor deportivo… Y tal admiración creció al minuto 61’, cuando el costarricense empató el marcador mediante remate de cabeza.
¿Imposibilitado de su pierna derecha? ¡No hay problema, el tico tenía más recursos! El diario ‘Mundo Deportivo’ describió el tanto: “A los 16 minutos del segundo tiempo, se produce una “melée” en la puerta del Córdoba, con varios tiros que son devueltos por los defensas, siendo finalmente Cayaca el que remató muy bien ganándole la acción al arquero (Juan María) Benegas”.
Desafortunadamente, a once minutos de concluir el que hubiera sido un heroico empate murciano, el delantero cordobés ‘Juanín’ García anotó el gol del triunfo para los dueños de casa; pero eso no importó mucho, pues en lo que respecta a Carlos ‘Cayaca’ Marín, exhibió un gran partido que lo llenó de elogios por parte de la siempre exigente prensa española, que durante 90 minutos contempló al tico dar más de lo que podía en su muy atípico debut, pues con una sola pierna jugó e incluso se dio el lujo de conseguir “el gol del cojo”, el nombre que se le da en España a la anotación que consigue un futbolista que participa estando lesionado.
La de ‘Cayaca’ es la tercera de muchas historias de nuestros legionarios futbolísticos de antaño que estaré compartiendo en este espacio; no se pierda la próxima…
*Imagen de portada es cortesía de Eduardo Antonio Marín.
*El autor es historiador de fútbol costarricense y responsable de la página de Facebook Gol de Camerino; pronto estará publicando el libro Nuestros primeros legionarios. Futbolistas ticos en el mundo 1875-1990.
Cayacazos en El Salvador. Posterior a su experiencia en la máxima categoría española, el costarricense Carlos ‘Cayaca’ Marín (segundo de pie en el orden acostumbrado) se convirtió en un refuerzo de lujo para el equipo salvadoreño FAS, donde actuó durante cuatro años. (Cortesía don Ismael Gómez)