Desde hacía tres años los morados no lograban hacerse con el liderato en la fase regular, sin embargo, en este semestre 2023 los tibaseños salieron enchufados desde la fecha uno y con base en muchos factores como la solidez defensiva, el despliegue físico, y en el aporte individual de pilares como Kendall Waston, David Guzmán y como no de Mariano Torres los saprissistas fueron superiores a todos sus rivales y con justicia son los candidatos a llevarse los máximos honores del certamen nacional y así también revalidar el cetro conseguido en noviembre anterior, para conseguir un bicampeonato que desde hace nueve años nadie logra en el fútbol costarricense.
Semana redonda. El lunes anterior los dirigidos por Vladimir Quesada arrancaron la semana con el convencimiento de que si hacían respetar la localía conseguirían el ansiado objetivo del primer lugar del campeonato; primero despacharon al Municipal de Pérez Zeledón con una orgía de goles y fútbol que hacía tiempo no se recordaba a nivel local. El día de ayer frente al CS Herediano los tibaseños una vez más impusieron sus condiciones para doblegarles por dos anotaciones a cero y eso que los rojiamarillos contaron con una estelar participación de su guardameta Bryan Segura quien evitó una caída más estrepitosa para los suyos.
Nombres propios. Esta versión 2023 del Deportivo Saprissa es una de las mejores que se le recuerda a la administración de Horizonte Morado; es un equipo muy equilibrado en todas sus líneas, a pesar de haber vivido momentos turbulentos extra-cancha, el funcionamiento colectivo no se ha visto afectado.
Este equipo morado descansa en las espaldas de jugadores de jerarquía y muchísima experiencia que entienden de ADN saprissista; uno de ellos y a pesar de no haber nacido en su cantera es Mariano Torres; el argentino llegado a la casa tibaseña en 2016 refleja mejor que nadie los valores del equipo mas grande de Costa Rica. El golazo descomunal que firmó el domingo es solo una cereza más a un pastel enorme que ha construido a lo largo de los años; la entrega que muestra y sobre todo el despliegue físico en cancha (hay que ver lo que corre y los desplazamientos que hace sin balón) contagia al resto de sus compañeros, pues si el más talentoso del equipo deja todo su sudor en la cancha, pues lógicamente los demás muchachos emulan lo que hace su capitán y por eso se ve un conjunto tan solidario en el rectángulo de juego.
Otra figura para destacar en el Saprissa de hoy es ahora a su técnico Vladimir Quesada; poco se habla de la papa caliente que tuvo que gestionar, pues si bien es cierto tomó una escuadra ya formada, no es fácil tomarle el pulso a una situación tan convulsa como fue el tema de Jeaustin Campos y manejo de vestuario. Para colmo de males a Quesada se le veía con cierto recelo pues en su gestión anterior y a pesar de tener un cetro a sus espaldas su juego nunca enamoró a la estricta afición morada. En estos cinco partidos que ha manejado, logró entrar en un vestuario urgido de un discurso más armónico y conciliador y a diferencia de su etapa anterior esta versión del Deportivo Saprissa cuenta con más recurso individual para implementar su propio sello. Una vez logrado el objetivo del primer lugar, el estratega deberá mantener la tensión en la segunda fase que es un campeonato que se juega diferente.
Lo que viene. Estas dos fechas que restan deberían servirle al Deportivo Saprissa para dar minutos a jugadores que requieren rodaje y también dar descanso a sus primeras espadas, esto con el afán de tener toda la plantilla lista para esos cuatro partidos de segunda fase que daría el ansiado bicampeonato; a pesar de tener la gran final asegurada, es seguro que la plantilla tibaseña querrá liquidar esto en solo cuatro cotejos y así lograr la estrella 38 sin necesidad de dos partidos adicionales.